Top Secret, 25 de junio de 2018

Lo de otro Aeropuerto

Lo de otro Aeropuerto
Hace varias semanas, un confidente de este Top Secret nos filtró las tres exigencias de Manolo Cabrera (PIL) para dar su decisivo voto a la aprobación de los presupuestos del Cabildo Insular. ¿Cuáles eran esas demandas? En un primer momento, nos pareció que Cabrera se había venido muy arriba, como se dice ahora. Incluso, por qué no admitirlo, por muy buena fuente que fuera la que nos lo confió, lo recibimos con cierta cautela. Ahora, tras una nota de prensa hecha pública por el Cabildo, recordamos aquellas palabras y regresamos al momento en que fueron pronunciadas: “Los presupuestos del Cabildo no se aprobarán hasta que se acepten las tres exigencias que Manuel Cabrera le ha puesto a Pedro San Ginés: la eliminación del impuesto sobre el combustible, la readmisión del trabajador apartado en el Consorcio de Emergencias y el nuevo aeropuerto para Lanzarote”. Comprenderán que, sobre todo por esto último, recibimos el chivatazo con cierta cautela. ¿Un nuevo aeropuerto para Lanzarote? Es verdad que Cabrera nunca ha ocultado que a él le molaría que la isla, con todo lo pequeña que es, pierda más territorio virgen para llenarlo de piche y aviones. En sus planes está que el actual podría ser reconvertido en un gran parque con remos para chinijos y grandes, zona de paseo y deporte, algo de sombrita y puede que algún quiosquito para echarse una cerveza.
 
Timanfaya
Al final, la corrupción ha dejado algo bueno: no gobierna el PIL de los complejos agroindustriales palacios de deportes y aeropuertos faraónicos. De lo contrario, a estas horas, sólo quedaría sin construir el Parque Nacional de Timanfaya y porque es eso: nacional. Si estuviera en nuestras manos, seguro que nadie nos libraba de la tentación de poner ahí alguna ocurrencia institucional. Pero, volviendo al tema aeródromo, finalmente parece que el presidente del Cabildo ha admitido, con algún matiz, la gracieta del tornadizo consejero pilista. San Ginés ha anunciado, a una semana del debate de los presupuestos, el encargo de “un estudio de ingeniería que explore la viabilidad y posibles ubicaciones para el aeropuerto, por si se necesitara o aconsejara uno nuevo en el futuro que pueda sustituir al actual”. Lo hizo a través de un comunicado institucional y con el, lógico, freno de mano echado: esto se hace “por si existe alguna alternativa que permita, desde un punto de vista técnico, proyectar un nuevo aeropuerto que no esté limitado por los condicionantes orográficos, que minimice las molestias a la población residente y que, entre otros factores, no genere un impacto medioambiental al territorio inasumible”.
 
El cese
Para que se cumpla la primera parte que nos sopló el confidente sólo falta que se elimine el impuesto y que se readmita al trabajador. Sí, la primera parte, porque había una segunda. Esta otra premisa, que también teníamos en el olvido porque nunca pensamos en la absoluta veracidad de la primera, tendría lugar una vez producida la entrada en vigor de los presupuestos. Previsiblemente, los últimos antes de las elecciones de 2019. Con el actual modelo de gestión donde casi todo se debate y aprueba en Consejo de Gobierno, Pedro San Ginés no tendría mucha necesidad de seguir aguantando las insolencias políticas de su socio del PIL, que ha habido unas cuantas. Así que no se generaría gran tragedia si lo manda a aventar lentejas. De hecho, no es previsible que los dirigentes de su partido, el peculiar dúo que forman Ramón Bermúdez y José Marcial González, muevan ni medio dedo por salvar al bullebulle. Veremos qué ocurre, pero esto nos da una lección: nunca subestimes a tu confidente aunque lo que te diga te parezca la mayor burrada del siglo.

Comentarios