Top Secret, 17 de agosto de 2017

Los Centros, un polvorín

Los Centros, un polvorín

Un conflicto mal gestionado, por pereza o soberbia, pudiera acarrear consecuencias terribles, como está ocurriendo con los Centros Turísticos. Una mala solución a un problema, por incompetencia o ignorancia, puede hacer que las joyas de la corona del arte y la naturaleza de la isla no puedan ser visitadas como es debido por decenas de miles de turistas. Unas demandas laborales, llevadas al extremo, pudieran poner en cuestión la isla como destino turístico. Eso es lo que está pasando. Alguien se subió a un burro, y, al grito de ¡arre!, se ha empeñado en poner patas arriba el proceso de recuperación turística y económica de la isla, pero los trabajadores no son los culpables. La solución es bien sencilla. Se trata de bajarse del burro, amarrarlo junto al abrevadero, pedir perdón, pagar las cantidades que se adeuda a los trabajadores y mañana se presenta todo el mundo en su puesto de trabajo para dedicarse a lo suyo, que es prestar unos servicios de primera en unos equipamientos complementarios de primera. 
 
El origen de los males
 
La dirección incumplió el Convenio Colectivo de 2014 al minuto siguiente de su firma. Los trabajadores fueron a la magistratura de Trabajo, que les dio la razón. Total, que la dirección adeuda importantes cantidades de dinero a sus empleados. Pero, en lugar de pagar y listo, se han negado a ello. De ahí que la huelga haya sido el último recurso para que se cumplan las sentencias. Por eso, en pleno mes de agosto, en el mejor mes del año, cuando hay unos 50.000 turistas de promedio ahora mismo en la isla y con una ocupación del 100%, cuando la gente empieza a ver una tenue luz al final del túnel de la crisis, una mala gestión, autoritaria e insensata, ha provocado una huelga general indefinida en la red de Centros Turísticos, precisamente lo mejor con que cuenta la isla para ofrecer al mundo. Hacemos votos y encendemos velas para que se selle la paz de inmediato y Lanzarote recupere la necesaria paz social. Si a la dirección de los Centros no le gusta el Convenio Colectivo que firmó en 2014, no haberlo firmado o que lo denuncie. Pero lo que se firma es para ser cumplido. 
 
Demonizar a los trabajadores
 
Enfrentar a trabajadores contra trabajadores. Esa es la línea de trabajo que se ha abierto en los medios de comunicación y en las redes sociales desde que comenzó la huelga general indefinida. El argumento, antiquísimo pero que funciona, es presentar a los trabajadores como unos abusadores privilegiados, que llegaron a sus puestos de trabajo por enchufe, que ganan unos sueldazos y que no dan un palo al agua. Y eso lo dicen otros trabajadores, que eso es lo que son los consejeros de Turismo y Hacienda. Los trabajadores de los Centros no libran un pulso a la isla, sino contra quienes incumplen lo que firman. Conviene recordar que los consejeros del Cabildo liberados perciben una retribución bruta anual de 47.594,96 euros en régimen de dedicación exclusiva durante todo este mandato. Unos 4.000 euros brutos al mes, complementos, suplementos, primas, extras y gastos de representación aparte. Más que los trabajadores de los Centros. Trabajadores unos y otros. Aunque se ha roto el diálogo y se ha propuesto una mediación, ¡siéntense, coño, y arreglen esto con fundamento!

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