Top Secret, 30 de septiembre de 2019

Los desmontes

Los desmontes

Cuando las cosas se hacen sin consenso -y en Lanzarote esa palabra está por estrenar- pasa lo que pasa estos días: que el nuevo gobierno va desmontando lo que hizo el anterior. Puede que si las relaciones entre los partidos que han conformado ambos gobiernos fueran cordiales, o simplemente fueran, algunas de las deconstrucciones lucirían menos. Pero ocurre que al gobierno de San Ginés y al de María Dolores Corujo no les une ni el PP, que estuvo en ambos. O ni siquiera el recuerdo de la propia estadía, ya que el PSOE paseó un tiempito por el mismo jardín por el que se asoleaban los nacionalistas. Y bien es verdad que no pareció enterarse de lo que iba el tema. O no se atrevía a toser. El caso es que iniciada esta legislatura, entre las primeras medidas que vamos conociendo se incluyen eliminar, o cambiar, algunas de las acciones que Coalición Canaria hizo en la anterior legislatura. A estos, como es natural, les cabe el derecho al pataleo. Y nos tememos que apenas nada más.

El Jameos

¿Es, acaso, mejor decisión organizar un festival que dejar de organizarlo? Depende. Hablamos del Jameos Music Festival. Esas citas en una de las joyas de la corona turística de la isla que se convertía en macro discoteca en distintas sesiones con presencia de pincha discos de medio mundo. Si desconoces la historia de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, es probable que el Festival cautivara a algún que otro visitante llegado de fuera por lo mágico del lugar. O a alguno de los de dentro que le da un poco igual que continente y contenido no encajen demasiado. Si, por el contrario, han leído algo del origen de los Centros de Arte, Cultura y Turismo, ese festival les habrá chirriado desde el minuto uno. Y estarían deseando que alguien parara ese despropósito. O que, como parece que va a ocurrir ahora, se lo llevara a algún otro lado donde contamine menos. Y, sí, es cierto que Manrique ideó las pistas de baile para bailar. Pero lo hizo en un tiempo donde estas fiestecitas, digamos suavemente, eran un pelín más tranquilas.

Los caballitos

Y luego está el caso De Caires, ese artista más que protegido por los nacionalistas pese a no ser de Tenerife. Le compraron la idea de hundir unas esculturas en aguas del Muelle Deportivo Marina Rubicón, sin escatimar en gastos, oficinas, asistentes y demás. Y luego le compraron otra iniciativa: la de los caballitos fondeados en la marea cerca del Castillo de San José.  Y no nos colaron un contrato leonino de puro milagro. Estaríamos comiendo caballitos largos años y a un precio de artista del renacimiento. Ocurre que igual que un gobierno toma una decisión sin consenso, cuando llega otro, toma la medida contraria. También sin consenso. Y lo mismo que Lanzarote lleva seiscientos años de historia post conquista sin caballitos en la marea, nos podemos pegar los próximos seiscientos de quita y pon. Pero, en fin, en estos debates estamos a falta de otros más importantes que habrán de llegar. Esperemos.

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