Top Secret, 23 de noviembre de 2018

Los pisacharcos

Los pisacharcos
Si vas al Polo Norte y quieres pasar desapercibido evita ponerte ropa muy oscura o con colores llamativos. Llamarás la atención y distorsionarás el paisaje. Darás la nota. Serás una rareza. Si estás en campaña electoral, o en eso que llaman precampaña, tan indefinido en el tiempo, no hagas cosas que habitualmente no haces porque la gente lo nota. Se da cuenta de las extravagancias, de lo anómalo de tu comportamiento. Y, de repente, produces el efecto contrario a lo que buscas. Que no es otra cosa que votos. El ciudadano, generalmente, compra normalidad no ridiculeces, que es en lo que uno cae cuando presenta un comportamiento anómalo. Por ejemplo: si a lo largo de tu vida no has ido al Decathlon a comprarte un equipaje pisacharcos cada vez que caen cuatro gotas y, luego, has salido a la calle a darle la turra a los que limpian y a los que sufren, valga la redundancia en los casos en los que haya redundancia, cuando lo hagas cantarás más que un esquimal en Jamaica. Y si pretendes que el vecino sea tan mentecato de no distinguir una mancha negra sobre el lienzo blanco, estás tan confundido que no sería recomendable que nadie te diera la confianza para que llevaras tu caos mental a cualquier despacho público.
 
Las garras
Por cierto hablando de lluvia, tormentas y atormentados. La alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, tan discreta ella a lo largo de prácticamente todo el mandato, se está animando ahora y alza la voz más a menudo (y no solo en las broncas intermuros) sino también de cadr al exterior. Para que la opinión pública se entere de que las cosas que a ella se le achacan no siempre son achacables a ella. La mierda que aflora cada vez que caen cuatro gotas, por ejemplo. Este jueves ha vuelto a llover sobre la capital, y sobre mojado. Una lluvia de esas bonitas, tranquila, prolongada... pero que ha vuelto a ser mal digerida por el subsuelo hasta el punto de provocar el ya habitual regurgitar de las tripas con forma de tuberías. De Anta dice que eso es consecuencia de la “dejación incomprensible” de la empresa Canal Gestión y que lo que ha pasado ha sido pese a los esfuerzos municipales por evitarlo.
 
Al ataque
La alcaldesa sostiene que, “a pesar de que en esta ocasión varios operarios de la empresa supervisaron y trabajaron antes y durante las lluvias, varias calles volvieron a inundarse de aguas fecales, lo que corrobora que se trata de una irresponsabilidad de muchos años donde el mantenimiento de alcantarillado y saneamiento ha sido nulo”. Como nula ha sido la crítica hasta este preciso instante en el que, o se le ha llenado la cachimba, o hay elecciones a la vista. O las dos cosas. Pero lo cierto es que Eva de Anta ha dicho que “como alcaldesa de esta ciudad no puedo permitir que fuera del colegio Santa María de los Volcanes el olor sea insoportable”. Y no porque las olfativas de la comunidad educativa sean más sensibles que la del resto de vecinos, sino por poner una referencia espacial que todo el mundo entienda. Y ha dicho más: tiene previsto pedir al Consorcio de Aguas un estudio técnico que evalúe el grado de mantenimiento y la necesidad de mejora de la red de alcantarillado de la ciudad y que emprenda las acciones correspondientes contra Canal Gestión “ante su permanente incapacidad de dar un servicio digno y adecuado a la población de Arrecife”. Todo un carácter.

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