Top Secret, 14 de noviembre de 2017

Los presupuestos de Clavijo

Los presupuestos de Clavijo

Los presupuestos de Clavijo
Dice Ástrid Pérez, parlamentaria regional y presidenta insular del PP, que los presupuestos de Canarias para 2018 son claramente engañosos. ¿Opina lo mismo su líder regional, Asier Antona. Para la presidenta regional y eterna aspirante a la alcaldía de Arrecife, Ástrid Pérez, los presupuestos del Gobierno de Canarias para con Lanzarote son 'claramente engañosos 'porque “se trata de un espejismo, un presupuesto ficticio que difícilmente se va a ejecutar para desgracia de todos los lanzaroteños”. Pide a Coalición Canaria un ejercicio de “honestidad y rigor” porque “de nada sirven las fanfarrias si ese dinero no se invierte como ha ocurrido en ejercicios anteriores”. Se refiere a que en las cuentas del año que termina, el Gobierno de Fernando Clavijo 'pintó' para Lanzarote 43 millones de euros y, según afirma, sólo se han acabado invirtiendo 10. Así que le augura poco éxito a los más de 70 millones presupuestados ahora para 2018. Una crítica que se contrapone a la euforia con que Coalición Canaria en la isla recibió esas cuentas. Lo escenificó con aquella rueda de prensa ofrecida por el presidente Pedro San Ginés en la sede del Cabildo en presencia de los cargos públicos nacionalistas (y que, dicho sea de paso, se cargó Manuel Cabrera, del PIL, recordando eso mismo que dice Ástrid).
 
El PP apoya
Con semejantes declaraciones se diría que Ástrid Pérez votará en contra de los presupuestos autonómicos. Es lo coherente si algo no te gusta: no apoyarlo. Ahora bien, no hace ni quince días, un eufórico Asier Antona, presidente regional de los populares salía de su encuentro negociador con Fernando Clavijo afirmando que estamos ante el presupuesto más expansivo que ha tenido Canarias desde la crisis económica, atribuyendo este hecho no sólo a la mejora de la economía y de la recaudación sino también a los acuerdos adoptados con el Gobierno de España. Esto unido a que Coalición Canaria aceptó algunos puntos sugeridos por el PP (por ejemplo que los 416 millones del fondo de competitividad vayan destinados a los servicios públicos fundamentales y que se produzca "un alivio" fiscal para los ciudadanos y las familias de unos 120 millones de euros), le hicieron comprometer el apoyo a las cuentas canarias. O sea que el PP anuncia voto a favor de los presupuestos y Ástrid los critica con dureza.  En realidad nos han de extrañar las dos cosas...o no. El PP en Canarias siempre ha ansiado arrojarse a los brazos de CC. Y todo el Archipiélago sabe que el pacto deseado por Clavijo siempre ha sido con la derecha. Y, por otra parte, lo que dice Ástrid es cierto: el presupuesto hay que medirlo a final de año, cuando ya se sabe lo que se ha invertido, más que al principio cuando sobre el papel aparecen ceros y ceros para la isla.
 
Más pobres
El reportaje que este lunes firma el periodista Saúl García en diariodelanzarote.com es demoledor. Lanzarote se va empobreciendo, en lugar de caminar hacia el progreso. El diario se apoya en la estadística de declarantes del impuesto sobre la renta de las personas físicas correspondiente al año 2015, el último dato que hay disponible, que señala que en Canarias la renta media disponible, en términos netos, es de 18.964 euros, y sólo hay un municipio de Lanzarote que esté por encima de esa media: Teguise, con más de 20.000 euros. El resto está por debajo. En la cola están Tinajo, Yaiza y Arrecife, por este orden, con una renta disponible de algo más de 17.000 euros. Los datos llaman la atención por muchas cosas. Desde luego la principal es que el motor económico de Lanzarote está a tope y eso no es suficiente para que la riqueza se distribuya de forma tal que la renta de las familias ascienda hasta niveles decentes. Y entre las muchas aristas que tiene ese estudio, Arrecife. La Capital de la isla deprime hasta en ese aspecto. Y esa sensación se incrementa hasta el sonrojo cuando comprobamos que la capital de Fuerteventura, Puerto del Rosario, está veinte puestos por encima. En niveles aceptables. Quién nos los iba a decir hace un cuarto de siglo.

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