Top Secret, 14 de diciembre de 2017

Los seres vivos no son cosas

Los seres vivos no son cosas

Los seres vivos no son cosas
Así es: el Congreso ha aprobado este martes por unanimidad que los animales dejen de ser considerados cosas y, en cambio, sean reconocidos jurídicamente como seres vivos. Todos los grupos parlamentarios en la Cámara Baja han apoyado las modificaciones del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil para que jurídicamente eso sea así: los seres vivos como su propio nombre indica, están vivos. No son cosas. Aunque haya cosas que también tengan vida. Vida útil, en este caso. Sin embargo lo más que tienen, las cosas, es muerte. Obsolescencia programada la llaman. Las grandes compañías contratan a un señor, o señora, capaz de incluir un chisme tecnológico dentro de lavadoras, neveras o microondas, con el fin de que peten en un tiempo determinado que nunca es mientras está en vigor la garantía del cacharro. La proposición ley (impulsada por el PP) busca eliminar la 'cosificación jurídica' de los animales y que estos sean considerados como seres vivos dotados de sensibilidad. Con esta reforma, España avanza en la dirección de Alemania, Austria, Suiza, Francia y Portugal, que ya han cambiado la consideración legal de los animales como cosas. Hasta ahora una mascota era poco menos que un 'bien mueble' susceptible, por tanto, de ser embargado en caso de pufo económico o similar. 
 
En Arrecife, sí
Esta iniciativa parlamentaria, que 'descosifica' a los seres vivos no parece de aplicación en este Arrecife donde tantas cosas pasan (y otras muchas no). En la Capital de Lanzarote muchos seres vivos sí parecen cosas. Cosas que encontramos por ahí tiradas bajo cartones y mantas roídas en marquesinas de guaguas, cajeros automáticos y puertas de céntricos supermercados. Tras cinco años de Gobierno ha tenido que ser ahora que han pasado a la oposición cuando Coalición Canaria cae en la cuenta de las 'cosas' que hay por ahí botadas en las aceras. Naturalmente le ha dicho al Gobierno de Arrecife (ahora en las solitarias manos de PSOE y PIL) que eso está muy feo y que a ver si lo arreglan. No parece el caso, sinceramente. Imaginen a una persona incapaz de mandar arreglar un semáforo. O de pintar correctamente pasos de peatones y líneas amarillas. Y díganle ahora que dé una solución desde lo humanitario, a esos seres vivos que hemos cosificado a fuerza de verlos por ahí tumbados. Complicada tarea. Hubo un tiempo en que se pretendió hacer un albergue y 'el antiguo PIL' se opuso porque consideró que aquello podría devenir en efecto llamada. Es decir, que los pobres del mundo entero vendrían a Arrecife al tener un techo donde cobijarse. Y, oiga, es mucho mejor que cada ciudad tenga sus propios desarrapados. Hasta ahí podríamos llegar.
 
El negocio del deporte
Ha tenido que ser Benjamín Perdomo, consejero de Ciudadanos en el Cabildo y finisher de Ironman (y viene al caso), quien ponga el debate sobre la mesa: va a pedir a la primera corporación de la isla, en Pleno, que apruebe que sea  de obligatoria aplicación un descuento de residente en la cuota de inscripción en todas aquellas pruebas deportivas de índole privado, en las que el Cabildo de Lanzarote y los ayuntamientos de la isla sean co-organizadores o patrocinadores. Varios son los deportistas que se han quejado ya del alto precio de las inscripciones en determinadas pruebas que se realizan en la isla. En algunos casos mucho más caras que otras de igual distancia o exigencia que tienen lugar en Gran Canaria, sin ir más lejos (que también podríamos ir). Perdomo considera que la gran mayoría de eventos deportivos suele tener en cuenta al residente de la localidad, provincia o isla de donde se celebra la prueba, para lo que se establecen una serie de descuentos que, en muchas ocasiones, va más allá del 50% del precio de la inscripción, y pone como ejemplo la Maratón de Gran Canaria, entre otras. Otra cosa distinta es si viene un promotor, con su pasta y sin que le ayude ayuntamiento alguno o Cabildo, y organice un evento. Pero eso todavía no se ha inventado.

Comentarios