Top Secret, 7 de octubre de 2019

Más hoteles

Más hoteles

Hoy se cumple el 26 aniversario de la declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera. Un sello que nos hizo especial ilusión. No tardamos demasiado en adoptar el nombrete y colocarlo junto al logo diseñado por César Manrique. César, por cierto, había sido uno de los principales impulsores. Pero no fue hasta después de su muerte cuando los gobiernos de la isla y de Canarias empiezan los trámites. Mucho ha llovido desde entonces. Agua suficiente como para apagar la sed, darnos un baño y, si nos descuidamos, morir ahogados. Casi tres décadas después, sin embargo, estamos dispuestos a seguir creciendo. De hecho, lo estamos haciendo. Nuevos hoteles en el sur y en Costa Teguise. No hay ningún parámetro objetivo que lo recomiende. Ni nos hemos preocupado de qué ocurrirá cuando las plazas entren en funcionamiento. Al contrario de lo que sucedió a finales del siglo pasado, en esta ocasión no podemos argumentar ignorancia o desconocimiento. Tenemos la experiencia y hemos sufrido las consecuencias.

Presión

Nadie ha informado, y si lo ha hecho ha sido con resultado nulo, de si estamos preparados para gestionar este nuevo crecimiento. No ya un mayor número de turistas, que también, si no cómo influirá ese incremento en el desarrollo cotidiano de una isla con multitud de factores en situación precaria. Centros de salud, colegios, escuelas infantiles, suministros, recursos para personas con dependencia, transporte público, vivienda… Los alcaldes se limitan a contestar que si todos los pronunciamientos técnicos y jurídicos con legales ellos se ven obligados a dar la licencia de construcción. Y así ha sido. Quizá no estaría de más un mayor compromiso de los ediles a la hora de analizar un poco más allá. O simplemente analizar. Hace mucho que dejamos a un lado el debate sobre el territorio. La década de gobierno de Coalición Canaria con Pedro San Ginés al frente, ha sido de auténtico fracaso en este terreno. Poco interés cuando pudo, nulo talante negociador cuando le hizo falta.

Futuro

Es muy difícil que la isla pueda aguantar un nuevo empujón desarrollista sin que, paralelamente, haya inversiones millonarias que nos pongan al día. Máxime teniendo en cuenta el enorme retraso que llevamos como consecuencia de la histórica desatención del Gobierno de Canarias con la anuencia de unos políticos insulares acostumbrados a ir tirando con calderilla. La inutilidad ha sido tal que no sólo hemos dimitido en el debate de las grandes cosas. Además, hemos desatendido las básicas. Y cuando llegan los apretones tiramos del manual de lo ordinario. ¿Hay que dar solución al tráfico? Carreteras. ¿Por dónde han de ir las carreteras? Por donde sea barato: a consumir territorio. En 2050, cuando la Reserva de Biosfera, si la seguimos manteniendo, esté próxima a cumplir los sesenta, a ver qué queda.

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