Malvasía de César

Casi doscientos vinos compiten por lograr el galardón de Mejor Vino de Canarias en la XIX edición del Concurso Oficial de Vinos Agrocanarias. Tres proceden de la Denominación de Origen de Lanzarote, pero no creo que Bodegas El Grifo se encuentre entre ellos, más que nada porque este tipo de concursos están más orientados a catapultar nuevas bodegas y caldos que a mostrar las etiquetas ya consagradas, como sería el caso de El Grifo. 
 
Una pieza dedicada a una criatura mitológica, el Grifo, preside la entrada al Museo y las Bodegas, fechadas en la segunda mitad del siglo XVIII, ubicados en La Geria. La parte superior de este animal fantástico es la de un águila de pico afilado y garras poderosas, mientras que la parte inferior es un león de patas musculosas y rabo. El Pájaro Grifo es el emblema corporativo de esta firma, un diseño que lleva el sello de César Manrique, quien asimismo ideó convertir la antigua bodega en un museo.
 
Acabamos de conocer ahora que la relación de afecto entre El Grifo y César da un nuevo giro, ya que, a propuesta de la Fundación César Manrique (FCM), la bodega colabora con un gran proyecto de calidad consistente en producir un vino personalizado conmemorando el centenario del nacimiento del artista. Ha embotellado una añada 2017 especial que El Grifo ha denominado ‘Malvasía de César’, de la que se han producido 14.000 botellas numeradas con una etiqueta específica a partir de una obra de César cedida por la FCM.
 
Si te paras un momento a reflexionar en los elementos que configuran la marca Lanzarote y que la diferencian como destino turístico de cara a la promoción de la isla en el exterior, y en conceptos como valor añadido, singularidad u originalidad, y observas cómo se están comportando dos concretas administraciones públicas y sus alrededores, entran ganas de embarcarse y no regresar jamás ante tal grado de mezquindad y mediocridad.

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