Top Secret, 19 de junio de 2019

Nunca más

Pedro San Ginés cierra hoy una etapa al frente de la presidencia del Cabildo de Lanzarote. Casi una década en el principal sillón de la política insular. Entró siendo, en su propia definición, “un humilde pibe de Titerroy”.

Nunca más

Pedro San Ginés cierra hoy una etapa al frente de la Presidencia del Cabildo de Lanzarote. Casi una década en el principal sillón de la política insular. Entró siendo, en su propia definición, “un humilde pibe de Titerroy”. Y sale embroncado con medio mundo, multi investigado por los tribunales de justicia y sin que Lanzarote haya experimentado el salto cualitativo que, por entidad de población y relevancia económica, se hubiese esperado que diera en diez años de cómodos gobiernos, al menos desde un punto de vista aritmético. En realidad, en su primer pleno, Pedro San Ginés pronunció la frase en la que se autodenominaba  “el nuevo cantinero del chiringuito” expresión que, como es lógico, le ha acompañado en cada uno de sus días de entonces a hoy. Él se refería a cómo manejaba el Partido Socialista las políticas del territorio. Y hasta en eso ha fracasado el cantinero de ese chiringuito. No se ha avanzado absolutamente nada. Y lo poco que había, se ha acabado perdiendo. Es de esperar que la nueva presidenta, María Dolores Corujo, derrumbe el chiringuito y en su lugar asiente una sólida construcción con políticas coherentes para el conjunto de la isla y sus habitantes. Y que, en lo posible, lo haga a partir del consenso y no desde los enfrentamientos que, a la vista está, a nada conducen.

A peor

Pedro San Ginés Gutiérrez nació el 9 de marzo de 1968. Es el menor de cuatro hermanos y es diplomado en Empresariales. Fue proclamado presidente del Cabildo de Lanzarote el 17 de octubre de 2009 al prosperar una moción de censura que había presentado con la firma de los consejeros de Coalición Canaria, el Partido Nacionalista de Lanzarote, el PIL y el Partido Popular. Previamente había renunciado Manuel Fajardo Feo, a quien le hubiese correspondido el sillón. La censurada fue Manuela Armas, del PSOE, un partido que había expulsado al PIL de los gobiernos tras estallar el Caso Unión, y que acabó pagándolo caro siendo desalojado del Cabildo y, un poco más tarde, también del ayuntamiento de Arrecife. En aquel primer pleno, y además de lo del cantinero del chiringuito, Pedro San Ginés dijo más cosas. Se propuso rebajar el sueldo de los políticos, el número de asesores y de liberados y reducir el encargo de informes externos.  Maldita hemeroteca.

Aire fresco

Hoy Pedro San Ginés asistirá a su último pleno como presidente del Cabildo. Una institución que sí ha notado el desgaste de esos diez años de continua bronca y descrédito. Políticos de todos los signos, incluidos de su propio partido, técnicos cualificados, altos funcionarios, trabajadores rasos, periodistas, ciudadanos, empresarios… pocos han escapado al peculiar proceder de este político que perdió la humildad bien al inicio de este largo camino. En sus últimas horas en la Presidencia trató de afrentar al popular Ángel Vázquez al que “buscó” sin encontrarlo. “¿Puedes dormir bien?”, cuentan que le preguntó en un ascensor del Cabildo de regreso a sus respectivos despachos después de una comparecencia pública. Vázquez, que lo conoce desde hace tiempo, zanjó lo que pudo haber sido un inicio de bronca con un “si tienes algo que decirme, vamos a mi despacho. Aquí no”, evitando el bochorno público. Este último episodio resume estos diez años. Por eso titulamos: nunca más. El Cabildo de Lanzarote no debe presidirlo, nunca más, una persona con tan poca consideración por el cargo que ocupa y la isla a la que representa. Y si se vuelve a dar, su partido ha de impedirlo. Sea la persona que sea. Sea el partido que sea. "Tengo la convicción de que esto puede ser una oportunidad que necesita la sociedad para creer en la política", dijo aquel lejano 2009 San Ginés en su toma de posesión. Una frase que bien podría pronunciar la nueva presidenta, Loli Corujo, al inicio de su discurso de investidura, pues está plenamente en vigor.

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