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Palacio de Congresos y el cuento de la buena pipa

Durante años, el Gobierno canario no ha encontrado el dinero para  financiar el Auditorio-Palacio de Congresos en Arrecife.

Palacio de Congresos y el cuento de la buena pipa

La propuesta Henning Larsen Architects y Carlos Morales ganó en 2009 el concurso internacional de ideas para el diseño del Auditorio-Palacio de Congresos de Lanzarote, convocado por el Gobierno de Canarias. El equipamiento fue concebido como un espacio flexible y cuenta con un auditorio con capacidad en grada para novecientas personas y varias salas divisibles de hasta mil ochocientos espectadores. Su objetivo es poder albergar simultáneamente el mayor número de eventos turísticos, empresariales y culturales.
 
En 2011, los arquitectos entregaron al Gobierno canario el proyecto, cuya ejecución requiere una inversión de unos 30 millones de euros. Ocho años después, dos legislaturas después, esto parece el cuento de la buena pipa, aquel tormento infantil que consiste en escuchar repetidas veces lo mismo sin que se vislumbre un final. ¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?, es la pregunta, y sea cual sea la respuesta, se vuelve a emitir la misma pregunta, y así una y otra vez. El juego, el martirio en realidad, concluye cuando el interlocutor se cansa, porque el interrogador nunca lo hace y no cesa jamás de repetirla.
 
La Cotmac aprobó en 2013 una modificación puntual del PGO de Arrecife
Durante un tiempo hubo problemas de tipo urbanístico, ya que la parcela escogida en La Bufona, en Arrecife, para construir el Auditorio-Palacio de Congresos no admitía este uso. Finalmente, en 2013, la Comisión de Ordenación del Territorio y el Medio ambiente (Cotmac) aprobó a tal fin una modificación puntual del Plan General de Ordenación Arrecife. Su ubicación está prevista en una pieza de suelo cedida por el Ayuntamiento al Gobierno regional, ubicada en la avenida Fred Olsen, junto a la carpa del llamado recinto ferial.
 
No siempre se pensó en esta zona de la ciudad para construir el Auditorio-Palacio de Congresos, ya que, antes y durante, se creyó que el Islote del Francés era el lugar adecuado. Tanto es así que en 1998, con motivo del bicentenario de la municipalidad de Arrecife, la Fundación César Manrique (FCM) promovió el Proyecto Marina de Arrecife: tres propuestas para pensar la ciudad, al que se invitó a participar al desaparecido arquitecto Juan Navarro Baldeweg. Lo hizo con una propuesta denominada Arrecife como tapiz: “Se sitúa un auditorio y palacio de congresos sobre el Islote del Francés como una proa de la ciudad en la bocana del puerto deportivo apoyado en el pedestal natural de la isla”, escribió.
 
Navarro Baldeweg concibió el Auditorio en el Islote del Francés en 1998
Sobre su emplazamiento y su capacidad, anotó: “El auditorio blanco corona, como un estrato de forma estrellada, la roca oscura del rompiente que nace del agua. El auditorio juega así un papel central en la ciudad. Desde la lejanía se vería flanqueado a distancia por los castillos de San Gabriel y San José. El auditorio, que es relativamente pequeño, contiene una sala mayor de 800 butacas y una sala menor de 400 además de otros servicios propios”.
 
Navarro Baldeweg concibió el Museo del Mar enfrentado al Auditorio y al otro lado de la boca del Charco de San Ginés. “Se ha dispuesto en continuidad espacial, e incluso constructiva, con la plaza cubierta de acceso al auditorio. Este museo, en parte sobre el agua, alberga un programa de museo en forma abierta y cerrada simultáneamente. Se trata de un Museo del Mar que ampara bajo un gran umbráculo los antiguos barcos flotando en el agua tranquila y controlada de la boca del Charco. Se guardaría así bajo una luz muy atractiva la memoria marinera tan enraizada al carácter fundacional de Arrecife. Ambas estructuras enmarcan el paso al Charco de San Ginés, garantizando un anudamiento verdaderamente significativo de ambas dotaciones públicas en el corazón del centro urbano”.
 
Durante años, el Gobierno canario no ha encontrado el dinero para  financiar el Auditorio-Palacio de Congresos en Arrecife. Ni en el Islote del Francés ni en La Bufona. Los ocho parlamentarios regionales tampoco han encontrado tiempo para plantarse y reclamar los 30 millones de euros que cuesta construir esta anhelada infraestructura en Arrecife.

El regalo que se despreció

La FCM puso en marcha el Proyecto Marina de Arrecife como un modo de colaborar con las instituciones locales a la hora de diseñar el litoral de la ciudad, una pieza urbana de extraordinario valor. El contenido de la iniciativa incluía, como actividad central el programa, Tres propuestas para pensar la ciudad, consistente en el encargo a tres arquitectos de reconocido prestigio internacional, de tres propuestas de actuación urbanística en el litoral de la capital, que serían mostradas en una exposición y debatidas en unas jornadas de encuentro con los ciudadanos. El encargo fue realizado a los arquitectos Carlos Jiménez, Enric Miralles y Juan Navarro Baldeweg.
 
El proyecto se concretó en la interpretación personal de los grandes problemas que afectan a Arrecife y presentación de una propuesta general de reordenación del litoral en la que se contemplaran las cuestiones decisivas que afectan a esta área clave de la ciudad. A saber, infraestructuras administrativas y culturales, muelle deportivo, nuevas edificaciones, ordenación del tráfico, aparcamientos públicos, zonas de ocio público, comunicación del muelle comercial con el núcleo capitalino, tratamiento del perfil marítimo, peatonalización de calles en el casco histórico y tratamiento del patrimonio histórico arquitectónico.

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