Top Secret, 14 de marzo de 2019

Paparruchas

‘Paparruchas’ era la expresión que utilizaba Ebenezer Scrooge, hijo de la imaginación de Charles Dickens en Cuento de Navidad, para restar importancia a cualquier cosa, ya fueran las bondades de la Navidad, ya los espectros que se le aparecían. Siga leyendo...

Paparruchas

‘Paparruchas’ era la expresión que utilizaba Ebenezer Scrooge, hijo de la imaginación de Charles Dickens en Cuento de Navidad, para restar importancia a cualquier cosa, ya fueran las bondades de la Navidad, ya los espectros que se le aparecían. Una paparrucha es una tontería o estupidez. Algo insustancial y desatinado. Y, por tanto, paparruchas serían muchas de esas características bien juntas en el mismo tiempo, bien seguidas una detrás de otra a lo largo de la vida útil de algo o alguien. Los ciudadanos de Lanzarote haríamos bien dejándonos de paparruchas. Un ejemplo, estas últimas horas Óscar Pérez, el que fuera alcalde de muy triste recuerdo en San Bartolomé, ha emitido un comunicado diciendo que su organización rompe con Coalición Canaria. ¿Qué es “su organización” y por qué rompe? Haremos un poco de historia, muy por encima, para saber de qué estamos hablando exactamente. Y pueden ustedes extrapolar el relato a muchos de los aspectos de la política lanzaroteña. Cambien nombres y siglas y les saldrá lo mismo.

El dúo de Gobierno

Óscar Pérez se presentó a las elecciones en San Bartolomé por el Partido Popular en 1995 y por algo llamado PCL (¿Plataforma Ciudadana de Lanzarote, quizá?) en 1999. Protagonizó una extraña pareja con otra paparruchada de la política insular y fue alcalde y todo. Luego, unos avatares personales, suponemos, le mantuvieron apartado de la política hasta que regresó en 2015 agarrándose a Nueva Canarias, a ver si tal. Y no tal. Nueva Canarias llegó a un acuerdo con Manolo “el del Concorde” (que tenía partido o algo, además de un bar en Playa Honda) y Pérez se quedó agarrado de la brocha. Pero ya tenía la jiribilla de la política otra vez metida en vena y no pudo parar. Así que se organizó en una Asociación de Vecinos y salió él de concejal. Luego, a lo largo del mandato, se alió con el del Concorde (sí, el que le había levantado de su primer intento), y se arrimó a Coalición Canaria pese a que su líder municipal David Rocío se mostraba reticente a ello. Pero CC siguió para adelante y se anexionó a los Vecinos de San Bartolomé (a la Asociación de Pérez, no a todos) y a los del Concorde (a los del partido, no a los del bar).

Conclusión

Y en esas han estado algunos meses de esta legislatura. Hasta que ha llegado la hora de confeccionar las listas y Pérez, al que la vocación de servicio público no le abandona, ha intentado por todos los medios salir bien en la foto. Pero Coalición en San Bartolomé confió en David Rocío y este, hombre joven que nada tiene que ver con las políticas de aquellos años ni quiere saber de sus protagonistas, ha dicho que nones a las pretensiones del ex PP, PCL, Nueva Canarias y la Asociación de Vecinos. Y, del disgusto, ahora es también ex de CC porque anuncia que se larga. Para culminar con su periplo, Óscar Pérez va anunciando a bombo y platillo que le pone lo de VOX y que no renuncia a ser candidato por esa formación. Y puede que haya encontrado la horma de su zapato. De lo que ya no estamos tan seguros es de si a VOX le conviene este, por muy necesitados de caras que estén. En todo caso, si nos preguntaran a nosotros, contestaríamos con sinceridad y honestidad: ¿Oscar Pérez?... ¡Paparruchas!

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