Paseadores de ciudadanos

El Ayuntamiento de Arrecife creará un servicio de paseadores con el fin de acompañar por la marina de Arrecife a la ciudadanía que lo demande, desde el Ayuntamiento hasta el Cabildo. Y todo ello bajo una sombrilla fuertemente sujeta por un porteador. El servicio estará disponible, previa solicitud, entre las 07:00 y las 21:00 horas. 
 
La petición de acompañamiento se regulará por medio de una ordenanza que será de aplicación si el servicio lo realiza una empresa o un particular, y con el mismo se establecerá el color de la sombrilla, las características del uniforme, la inserción de publicidad y otros servicios complementarios como la venta de agua o helados durante la prestación del servicio. La ordenanza se realiza, como no puede ser de otro modo, para su incumplimiento, como el resto de ordenanzas que el Ayuntamiento se pasa por el arco del triunfo una vez publicadas. 
 
El Consistorio subvencionará este nuevo servicio cuando se realice a menores, a la mediana edad, a la edad entera y a la tercera edad. Con dicho servicio se pretende compensar a la vecindad de la insolación que produce transitar por la ciudad debido a la falta de zonas de sombra que provoca la escasez de árboles en el tejido urbano. Y todo porque a nadie le sale de los bajos plantarlos ni proponer su plantación.
 
Todos tontos o brutos, o tontas y brutas, por aquello de no discriminar

Las horas de mayores radiaciones solares sin lugar bajo el que guarecerse no se las trae al pairo al equipo de gobierno municipal, ¡qué va! Lo que se pretende es crear puestos de trabajo y que la alcaldesa publique sus artículos de prensa afirmando que la ciudad está bien porque hay más inserción laboral. Como si la calidad del espacio urbano tuviera relación con el número de ocupados. A las "décadas de latrocinio y desidia", afirma, lo cual parece que nada tiene que ver con ella ni su partido, deberá sumar su no gestión, su no acción, sus no propuestas y una original forma de no gobernar. Eva No Anta. 
 
Todos tontos o brutos, o tontas y brutas, por aquello de no discriminar. Porque con la alcaldesa al frente, todo su equipo de gobierno, pasando por los de Podemos, Somos, PP, CC y demás letras del abecedario, aún no hemos escuchado que exista una iniciativa o que se prepare una moción, ni tan siquiera que se proponga una acción, que tenga como fin la plantación de un mísero árbol. Uno. Por cierto, termómetro de la sensibilidad, sentido común e inteligencia en otras latitudes, así como elemento clave en la calidad de vida de la población. Lo más ocurrente ha sido largar una fila de papeleras entre el Islote del Francés y la Escuela de Pesca con un desconsolado cactus en cada una Aquí, como quien oye llover en un páramo.
 
Del artículo mencionado de la alcaldesa de Arrecife, "Más trabajo, buen síntoma", extraigo además: "El puerto (...) se enfrenta al futuro de manera enérgica. Con representantes políticos más sensibilizados, sectores profesionales implicados y comprometidos (...) recordando cada día el orgullo de pertenecer a una ciudad que (...) reivindica su lugar en el mapa turístico con el aval de su marina, su patrimonio, la huella de César Manrique y el carácter acogedor de sus gentes”.
 
Y se queda tan ancha, repanchingada en ese sillón que la mantiene a años luz de la evidencia que es su falta de gobierno, de buen gobierno. 

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