Esta práctica requiere estar en posesión de la una licencia

Pesca recreativa, más pescadores y menos peces

Se estima que el año pasado se pescaron 43.000 kilogramos de viejas coloradas en la isla, sin contar las cobradas por los recreativos.

Pesca recreativa, más pescadores y menos peces

¡Fuertes lebranchos! A los aficionados a la pesca marítima de recreo parece que se les van a saltar los ojos de la cara cada vez que pasean por Marina Puerto Calero. Convertido en un criadero de peces desde que se prohibió la pesca en sus aguas, aquí están presentes todas las especies apreciadas por los pescadores deportivos y con unas tallas que causan asombro.

Son legión los simpatizantes a la pesca marítima de recreo en la isla, aunque la sobrepesca ha hecho mucho daño y no resulta tarea fácil cobrar buenas piezas. En Canarias, esta práctica requiere estar en posesión de la una licencia, personal e intransferible, que habilita a su titular para el ejercicio de esta actividad. Lo que parece evidente es que a más pescadores, menos peces. En 2008, había en la isla unas 1.200 licencias de pesca recreativa, y diez años después hay más de tres mil. Más del doble.
 
La prohibición de la pesca recreativa en los recintos portuarios los ha convertido en auténticos santuarios para la vida marina, incluso más valiosos que las reservas marinas de pesca. Creada en 1995, la reserva marina de La Graciosa y los Islotes tiene una extensión de 70.000 hectáreas, y su declaración se dirige a la regeneración de los recursos objetivo de la actividad pesquera considerada más tradicional de la zona, y cuyos artes de pesca, permiten capturas más selectivas.
 
Las capturas menores a la talla mínima deben ser devueltas al mar
 
Las modalidades están bien definidas. La pesca marítima de recreo podrá ser de superficie, con o sin embarcación, o submarina. La pesca con caña puede realizarse desde tierra o desde embarcación. En esta actividad, las capturas máximas por persona y día en aguas interiores serán cinco kilogramos, en varias piezas o en una sola de peso superior. Las capturas menores a la talla mínima establecida y las especies de captura prohibidas deben ser inmediatamente devueltas al mar.
 
Asimismo, está regulada hasta la distancia entre las cañas de un mismo titular, cuando se pesca desde tierra, y que deberá ser de tres metros. En la pesca recreativa de superficie desde tierra se permite un máximo de dos aparejos, caña o liña, por licencia, con hasta tres anzuelos en cada uno, y pueden tener plomos o corchos y cebo o señuelo.  Sin embargo, no se pueden utilizar ingenios, artefactos o elementos eléctricos o electrónicos cuyo fin sea el de atraer o concentrar la pesca. Ante todo, deportividad.
 
Otra modalidad de la pesca marítima de recreo es la submarina
 
Por otro lado, no está permitido fondear o calar ningún tipo de artes, aparejos o trampas autorizadas sólo para el ejercicio de la pesca profesional, aunque, en la pesca recreativa desde embarcación se permite el uso de la jibiera o potera, una por embarcación, exclusivamente para la captura del calamar o la pota. Para la pesca desde un barco se suele usar la liña, una cuerda delgada para pescar a mano.
 
El Reglamento de Pesca prohíbe pescar en zonas debidamente delimitadas para el baño o para cualquier deporte acuático. En la pesca recreativa de superficie, está prohibida la pesca a menos de 150 metros de las zonas de baño y, desde embarcación, se prohíbe la pesca en recintos portuarios y a menos de 250 metros de las zonas de baño.
 
Otra modalidad de la pesca marítima de recreo es la submarina. Se practica a nado o buceando a pulmón libre, sin utilizar equipos autónomos que permitan la respiración en inmersión ni el desplazamiento motorizado bajo el agua. Se estima que el año pasado se pescaron 43.000 kilogramos de viejas coloradas en la isla, sin contar las cobradas por los pescadores recreativos.

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