Top Secret, 8 de mayo de 2019

Por tierra, mar y aire

Por tierra, mar y aire

No se asusten, no es nada militar. Sólo es una expresión que se suele decir para magnificar el grado de desespero de alguien contra algo u otro alguien. Por ejemplo: voy a tratar de hundirte por tierra, mar y aire. Naturalmente quien eso expresa tiene que estar en una situación límite tal que no le queda otra que poner en marcha todos los medios a su alcance para ejecutar a quien tiene en su punto de mira. Luego, en función de que tengas más o menos poder, esa frase se torna en mayor o menor medida no ya factible sino, y sobre todo, peligrosa. Imaginen a un presidente de un gobierno, pongamos por caso, diciéndosela a uno de los ciudadanos para los que gobierna. Suena feo, ¿verdad? Igual en Venezuela, tristemente de moda, o Corea del Norte, por supuesto, y sitios de esos raros gobernados por gente muy rara también. Afortunadamente eso aquí no pasa. Nuestros gobernantes son gente muy respetuosa con las libertades. Con todas, incluidas las de expresión y libertad de prensa. No ha de esperarse otra cosa de una democracia consolidada y unas generaciones criadas en el marco constitucional y con posibilidades de formación intelectual y cultural.

Despropósito

Así que esa frase, simbólica, la empleamos cuando se nos llena la cachimba. Sucede que en estos casos se ha de actuar convenientemente asesorado no vaya a ser que se viole algún derecho, alguna libertad o, como es el caso, se interfiera de modo grave nada menos que en una campaña electoral. La Cámara de Comercio, desde hace meses ya, se la tiene jurada a la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, fundamentalmente porque se ha plantado en tragar con una propuesta de Plan General de Arrecife que favorece, sin disimulo alguno, los negocietes de miembros de la Junta Directiva de la citada Cámara. Se puede interpretar que el presidente de ese organismo  actúa bien defendiendo los intereses de los empresarios, aunque sea de unos cuantos muy poquitos. Sin embargo ha de recordarse que esos bisnes que se defienden han sido puestos en cuarentena por los Tribunales de Justicia que, en diversas ocasiones, se han pronunciado a favor del interés general desoyendo los alegatos de los representantes empresariales que hasta se han visto en dificultades, en un caso concreto, para demostrar la titularidad del suelo sobre el que pleitean.

Obsesionado

Lo anterior se ha enmascarado convenientemente en una letanía que, a modo de lluvia fina, se transmite sin pausa cada vez que se tiene ocasión: la gestión en Arrecife es un desastre. En general. En particular, ya vemos, el desastre, drama más bien, es que no salen los apaños urbanísticos. Y tras esa lluvia fina, la Cámara de Comercio se ha parapetado detrás de los logotipos de las demás patronales y ha desatado la que creía tormenta perfecta. El ataque por tierra, mar y aire. Diez minutos le ha durado. La Junta Electoral le ha parado los pies, le abre un expediente sancionador y manda la ocurrencia a la Fiscalía por si estuviese cometiendo un delito creyendo, en realidad, que salva la ciudad. El presidente cameral, por toda declaración, ha dicho que “resulta difícil de entender que en democracia las empresas no podamos reunirnos para hablar y tratar de resolver los asuntos que nos preocupan. No eran reuniones electorales, todo esto se ha malinterpretado”. Otro malentendido electoral, como cuando Casado pretendía dar la libertad a las inmigrantes que entregaran a sus bebés o bajar el Salario Mínimo Interprofesional o la insistente negativa de la existencia de un partido de ultraderecha. ¡Somos muy burros y no entendemos las cosas! 

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