Prescindibles

Dos letras separan la palabra imprescindible del abismo: IM. Al caerse, han dejado a Coalición Canaria a un pelo de tocar de nuevo el cielo del poder omnímodo. Pero se cayeron, y, desde ese instante, un ejército de desempleados deambula desnortado por las calles de Canarias con dos ideas dándoles vueltas en la cabeza: ¿cómo pudo equivocarse Barragán, con lo bien que juega al envite? ¿Qué va a ser de mí ahora, que no sé hacer otra cosa que ejercer de comisario político desde las administraciones públicas?
 
Se creían imprescindibles, pero hoy son totalmente innecesarios y su destino es el reciclaje. Lanzarote, Fuerteventura, Gobierno de Canarias, La Palma, ¡Tenerife!... Uno a uno, van cayendo los bastiones de un invento llamado ATI y sus satélites. El problema adicional es que la pérdida de peso político de Coalición Canaria alejó definitivamente otra de las hipótesis que manejaban, que era la de hacer condicionar su apoyo a Pedro Sánchez en el Congreso con concesiones para formar gobierno en la comunidad autónoma.
 
¿Y ahora? Así las cosas, a Coalición sólo le queda encenderle velas a todo el santoral para que Sánchez no consiga formar gobierno en julio ni en septiembre, se convoquen nuevas elecciones y se produzca el resultado ideal: que una vez celebrados los comicios, al PSOE le falten dos diputados para alcanzar la mayoría absoluta y que esos dos sean Oramas y Taño. De no darse una circunstancia de este calibre, excepcional e inesperada, no quedará nadie en Coalición para apagar la luz y pasarle la llave a la puerta.

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