Ranchos de Ánimas, BIC unos y nada otros

Lanzarote pierde el paso. Se acerca el día de difuntos y el Cabildo de Gran Canaria ha decidido conmemorarlo a lo grande: incoando expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para los Ranchos de Ánimas de su isla. Lo propone en la categoría de bien inmaterial de la cultura popular y tradicional de ámbito insular. En un principio, los Ranchos salían  por el mes de los finados pero, dada la cercanía de la Pascua, continuaban por esas fechas. Y ahí se quedaron los Ranchos conejeros.

 

Los Ranchos de Ánimas y Pascua fueron distinguidos con la Medalla de Oro de Canarias en 2006. En aquel momento quedaban doce Ranchos en las Islas: siete en Lanzarote, todos de Pascua; dos Ranchos de Ánimas en Fuerteventura y tres Ranchos de Ánimas en Gran Canaria. Si no quieren quedarse relegados a las fiestas navideñas, los Ranchos lanzaroteños tendrán que levantar cabeza regresando a sus orígenes. Van a tener que correr, y mucho, para no quedarse a la zaga en este ámbito de la cultura tradicional de las Islas.

 

A petición de los respectivos alcaldes, el Cabildo de Gran Canaria acaba de anunciar en el Boletín Oficial de Canarias la incoación del expediente de BIC para los Ranchos de Ánimas de su isla: Rancho de Ánimas de La Aldea de San Nicolás, Rancho de Ánimas de Arbejales-Teror y Rancho de Ánimas de Valsequillo. El motivo es muy sólido. Los Ranchos conforman una manifestación etnográfica que ha desarrollado y continúa desarrollando una función social y religiosa de forma ininterrumpida en Canarias desde el siglo XVII.

 

 

Dada la antigüedad, singularidad, relación con la cultura funeraria tradicional popular y ritual, contenido y expresión musical, religiosidad, espiritualidad y creencias, los tres Ranchos de Ánimas gozan de los notorios valores que exige la ley para ser considerados BIC. Al encontrarse presente en tres municipios de la isla y teniendo presente que sus aspectos formales, simbólicos, musicales, espirituales y sociales responden a un tronco cultural común, “nos encontramos ante una expresión inmaterial de las más antiguas de la isla, a la que podemos atribuir múltiples significados que dan un carácter polisémico a la actividad, reconociéndolos entre los activos más importantes del legado cultural de Gran Canaria”, reza la iniciativa.

 

El artículo 2 de la Ley 4/1999, del Patrimonio Histórico de Canarias, establece que éste está constituido por los bienes muebles e inmuebles que tengan interés histórico, arquitectónico, artístico, arqueológico, etnográfico, paleontológico, científico o técnico. Pero también forman parte del patrimonio histórico canario "los bienes inmateriales de la cultura popular y tradicional y las particularidades lingüísticas del español hablado en Canarias”.