Top Secret, 24 de octubre de 2019

Reírse del pueblo

Reírse del pueblo

Lo que la anterior responsable de Educación en el Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, hizo con el colegio La Destila fue reírse del pueblo de Lanzarote. Unas carcajadas coreadas en la isla, como se aprecia en la fotografía. Todavía tienen que estar oyéndose las risotadas. Se nos aparecieron como los auténticos salvadores del nuevo colegio La Destila. Un centro que, varios años después de ser proyectado, iba a ver la luz en Arrecife. Mientras, todo ese tiempo, alumnos y maestros estuvieron en barracones oxidados junto a una rotonda en la Vía Medular. Ambas cosas, barracones y rotondas, muy apreciadas por el anterior gobierno. El mismísimo presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, se dio un salto a Lanzarote a entregar las llaves del centro. Vino en compañía de la ínclita Soledad Monzón y aquí fue recibido por el director insular de Educación, Mario Pérez. Al acto acudieron los que ven en la foto y alguno más. Pérez dijo, según han contado este miércoles representantes de los padres y madres del alumnado, que “iban a tener un colegio espectacular”. Y lo que realmente tienen es una (otra) chapuza espectacular. Al menos de momento.

Defectos

Para empezar el colegio todavía está con luz de obra. Con lo que ello implica. Dice que será así hasta que se regularicen las placas solares a la normativa vigente. Se conoce que las pusieron con normativa no vigente. O sin ella. Hay tuberías que se rompen cada dos por tres dejando a los baños sin agua. Con lo que ello implica también. Las aulas de infantil se tienen que tapar con papeles o cartones, como en el África profunda, para que el sol no les martirice demasiado. Y los de la foto, de alborozo. Todo ello después de años de espera en aquellos barracones de aquella rotonda. Que, por cierto, ahí siguen. Igual los dejan como museo de la ignominia. Si es así, y se nos permite la sugerencia, lo podrían rebautizar como Conjunto Escultórico Soledad Monzón. Y aferrarse a su permanencia como se aferran a los caballos de deCaires. Con todo, lo anterior no es lo que más molesta a las familias. Además de molestar el engaño, como es natural.

No comedor

Lo que los tiene ya con la paciencia agotada es el cuento del comedor. Después de aguantar cómo se sacaban fotos cada vez que llegaba una silla, una mesa o un tenedor, de asegurar que estaría listo para cuando comenzara el curso y un par de milongas más, ayer la representante del gobierno actual, la directora insular de Educación Celeste Callero, dejó entrever que igual no tienen comedor este curso. Y es que hay que acondicionar la cocina y a estas alturas ni siquiera ha salido a concurso ese acondicionamiento. Así que lo que han dejado a la ciudad de Arrecife quienes vinieron a entregar las llaves no es exactamente un colegio. Es una -otra- de las recurrentes bromas del Gobierno de Canarias para con Lanzarote. Unas gracietas que sólo entienden ellos, dicho sea de paso, porque ni a las familias, ni al alumnado, ni al claustro le hace demasiada gracia las chapuzas que tienen que aguantar. EL AMPA ha dicho que es una vergüenza. Espectacular, como diría aquel.

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