Top Secret, 27 de octubre de 2020

Responsabilidad

Turistas.
FOTO: Archivo

Responsabilidad

Toca insistir. La decisión del Gobierno de España de dejar a Canarias fuera de la obligación del toque de queda es, al tiempo, una buena noticia para la economía y un motivo de preocupación para la salud de todos. Nuestra industria se sustenta, en parte, en la imagen que proyectemos de cara al exterior. Que el mundo sepa que Canarias es el único lugar de España que queda al margen del toque de queda es, sin duda, un excelente mensaje que lanzamos hacia los países emisores de turismo. Países que, conviene recordar, están prácticamente desbordados por una segunda ola de la pandemia que vaga descontrolada por media Europa. Eso multiplica el mensaje. Somos, más que nunca, islas afortunadas. Y la cuestión es que queremos seguir siéndolo. Primero por la salud de todos los que vivimos aquí. Y, en segunda instancia, por la otra salud, la económica, que se ve más en peligro que nunca como consecuencia de la limitación de movimientos y la presencia invisible, pero letal, del SARS Cov2

Test

Canarias ha logrado controlar y revertir la situación que, este verano, se nos tornó peligrosísima. La actuación de las autoridades y la asunción, por parte de la ciudadanía, de que nos íbamos al garete de seguir por aquella senda, no solo ha frenado el número de casos, sino que hemos logrado descender hasta convertirnos en la comunidad autónoma que mejor lo lleva. Ni siquiera la vuelta al cole, muy temida por muchos, ha tenido mayor incidencia. Con todo, ojo, porque cada día se contagia gente, también, en Canarias. De forma casi paralela a la buena noticia de quedar fuera del toque de queda nocturno, se levanta el veto impuesto a Canarias por las dos principales zonas emisoras del turismo que nos llega: Alemania y Reino Unido. Sin embargo, hasta bien entrada la tarde de este lunes nada se supo de las medidas impuestas para controlar que, en efecto, los llamados corredores seguros lo son por las dos partes. Porque no está Europa, precisamente, para que nos confiemos demasiado.

Requisitos

En muchos de los países europeos se exige una serie de requisitos para entrar en ellos. Desde PCR válidos, y negativos, por supuesto, en las 48 horas anterior al viaje, hasta aislarse y guardar cuarentena en función del país de dónde procedas. Sin embargo, y como vemos a diario, tampoco esto les ha librado de multiplicar por mucho las cifras de contagios. A Canarias están llegando con absoluta libertad, más allá de los controles que les puedan exigir las compañías aéreas que los trasladan y que no suelen pasar del mero control de temperatura, si acaso, el gel, la mascarilla y una declaración responsable que no es más que un clic en la casilla correspondiente. En la tarde de este lunes conocimos que el Gobierno de Canarias prepara una regulación propia que minimice los riesgos de incidencia y propagación de la COVID-19 por posibles casos importados. Pero hasta que se aplique no queda otra que, uno, confiar en la responsabilidad del que venga; dos, extremar las precauciones en los espacios comunes que se compartan con demás personas -sean quienes sean- y, tres, cruzar los dedos.

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