Top Secret, 20 de noviembre de 2019

RPT

RPT

La Relación de Puestos de Trabajo (RPT) es el instrumento técnico sobre el que las Administraciones Públicas diseñan su estructura de personal para adecuarla a las necesidades del servicio público. Es la definición más extendida cuando quieres saber qué significan esas siglas. Una administración con una RPT cabal y coherente es eficaz frente al ciudadano y sus necesidades y resulta racional en lo que se dedica al famoso Capítulo I de los presupuestos: los gastos de personal. Por el contrario, la ausencia de una RPT acaba siendo un caos de servicio público y un lastre casi insoportable a las arcas municipales. Tendría su lógica que la consecución de una Relación de Puestos de Trabajo fuera una de las primeras medidas que tomara un cargo electo al entrar en una institución: eficacia y ahorro. Sin embargo, no siempre es así. A qué engañarnos: nunca es así. En Lanzarote hay ocho administraciones locales. Siete ayuntamientos y el Cabildo, que cuenta como tal. Bien, pues de las ocho sólo en una hay una RPT en vigor y aplicándose con normalidad.

Teguise

Y esa administración es el ayuntamiento de Teguise. La única que está en pleno funcionamiento según fuentes sindicales. La situación en el resto es dispar: el ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo de Lanzarote disponen de una RPT pero está impugnada. Y el resto de administraciones, Haría, San Bartolomé, Tías y Yaiza, no tienen Relación de Puestos de Trabajo. El caso de Tinajo es más grave. No sólo no tienen RPT en vigor, sino que han sido denunciados ante los tribunales por su reiterada negativa a convocar la Mesa General de Negociación. Este es el panorama. La razón del por qué no tienen ese instrumento, garante de los principios de publicidad, igualdad, mérito y capacidad en las contrataciones, cuando las hubiere, es precisamente eso: saltarse los principios citados y enchufar a quien se desea, cuando se desee y pagándole lo que desee. Siempre que tenga carné del partido o sea de familia muy conocida. A veces, incluso, el puesto de trabajo se hereda de padres a hijos.

Freno

Es cierto que de un tiempo a esta parte es más complicada la práctica del enchufismo. Pero en este país otra cosa no, pero hacer la trampa cuando ya se ha hecho la Ley, unos linces. Pero además de ese interés en enchufar a compañeros de partido, familiares y amigos hay otra razón por la que nuestros queridísimos políticos no le meten mano al asunto. Y esa razón no es otra que la de no incomodar a los, muchas veces, aburguesados enchufados que dormitan plácidamente en los despachos municipales. No vaya a ser que en las próximas elecciones se dejen de contabilizar diez o veinte votos por cambiar de sitio a un trabajador o ponerle un superior que sí sabe lo que hay que hacer y cómo hacerlo. Hay intocables en las administraciones locales. La versión funcionarial del perro del hortelano: ni hacen ni dejan hacer. Y, en parte por culpa de estas cosas, así nos va.

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