Top Secret, 11 de junio de 2020

Sitio pequeño

Sitio pequeño

Lanzarote tiene el encanto de los sitios pequeños. Vas por la calle y conoces a todo el mundo. Margullas en el museo submarino de Marina Rubicón y lo mismo. Al final, el tan famoso primer museo submarino de Europa, con permiso de las instalaciones que ya existían antes, no es sino un homenaje a amigos y asesores, o las dos cosas, de quien era presidente cuando se encargó. Pero además el cuñado de quien dirigía los Centros Turísticos también está inmortalizado como escultura en un museo instalado para tratar de dar más valor al puerto deportivo de un familiar del director y pagado -in extremis- por la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias dirigida por la hermana de quien tutelaba los Centros, familiar por tanto del dueño del puerto y consorte de una de las esculturas de DeCaires. Puede que sea la típica casualidad de un sitio tan pequeño como Lanzarote, o puede que tengamos ante nuestras narices uno de esos episodios de borrachera de poder hasta puntos nunca ni siquiera imaginados.

Amigos

¿Un museo submarino lleno de esculturas humanas? ¿Y si inmortalizamos ahí a mis amiguetes y a tu cuñado? No hay huevos. ¿Qué no hay huevos? ¡Sujétame el cubata! Y, sí. Varios de las figuras que el artista Jaison DeCaires modeló para el museo son de tal perfil. El consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo, Benjamín Perdomo, sacó ayer de la gaveta este nuevo quilombo protagonizado por el ex presidente del Cabildo. Que igual ahora sale diciendo que no sabía nada, lo cual, conociendo su obsesión por controlar todo, es poco creíble. Supiera o no -apostamos que sí lo sabía- por ahí abajo, procurando dar negocio al Marina Rubicón, andan -es un decir- el abogado elegido para sustituir a los servicios jurídicos del Cabildo durante la etapa de San Ginés -con resultado catastrófico, por cierto-: Ignacio Calatayud. Un hermano de este que, al parecer, también fue amigo, sobrevenido o no, del propio expresidente y varias personas más de su círculo de amistades más cercano.

Más amigos

El museo submarino fue instalado frente al puerto deportivo de Marina Rubicón, casualidad porque era el único sitio de toda la isla donde se daban las condiciones para ello. Lo mismo ocurrió con la casa de la calle Fajardo: único enclave donde podía ir un museo arqueológico. El puerto, sabido es, es propiedad de un familiar de quien dirigía los Centros Turísticos, a quien endosaron la gestión del museo submarino. Un cuñado de este también es escultura hundida en el museo de DeCaires. Se trata del marido de quien fuera consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Mariate Lorenzo, hoy concejal de Coalición Canaria en el ayuntamiento de Arrecife. Fue, finalmente, quien pagó la fiesta. Cerca del millón de euros. En la inauguración dijo que "hoy es un día relevante para el turismo en Canarias porque este museo sitúa en el mapa a las Islas Canarias y también es un claro exponente de las sinergias entre turismo, cultura y deportes”. Estaba, como se pueden imaginar, muy feliz.

Comentarios