Opinión

Todos a una

Canarias es una realidad diferenciada. Nuestra situación geográfica –que nos enclava en una encrucijada tricontinental–, la fragmentación de nuestro territorio y la lejanía nos hacen ser el territorio más singular del Estado. Así lo reconocen la Unión Europea y el Estatuto de Autonomía.  La geografía premia a Canarias con un clima excepcional y con una biodiversidad envidiable que favorecen el desarrollo de una actividad turística como eje de la economía y del empleo de las Islas, pero también la geografía nos castiga con la lejanía de las materias primas, de los centros de producción y de los mercados, obligándonos a ser excesivamente dependientes del exterior.

La Ley de Puertos Francos de Canarias, promulgada por el ministro Juan Bravo Murillo en 1852, y posteriormente la Ley del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, contemplaron medidas  para ayudar al Archipiélago a compensar el handicap de la insularidad alejada.Las medidas fiscales y económicas contempladas en nuestro Régimen Económico y Fiscal no son privilegios para los canarios, sino un marco de justicia para ayudarnos a alcanzar un desarrollo social y económico similar al que tienen en el continente.

Hay asuntos –como el que representa nuestro Régimen Económico y Fiscal– cuya defensa le corresponde al conjunto de la sociedad canaria. Lamentablemente, en general, el grado de implicación de instituciones, partidos políticos, empresarios, medios de comunicación o sindicatos de nuestra tierra dista mucho de sus respectivos actores y agentes en Euskadi o Cataluña. Por ello, la respuesta dada por el Gobierno y el Parlamento de Canarias al intento de modificación unilateral por parte del Gobierno español del REF, en lo referido a las producciones cinematográficas, merecen el reconocimiento y el aplauso generalizado de todos los que vivimos en las Islas.

Canarias necesita complementar la actividad económica que significa el turismo con nuevas actividades que generen riqueza y sean respetuosas con la preservación de nuestro territorio y de nuestro medio natural. Sin duda, las producciones audiovisuales y el cine atienden a esa premisa.

Nuestro Archipiélago reúne condiciones muy competitivas para el desarrollo de rodajes audiovisuales, como el clima, horas de sol, infraestructura hotelera, diversidad paisajística, proximidad entre campo-ciudad, montaña-mar o verde y montañoso-árido y desértico. El diferencial fiscal contemplado en nuestro Régimen Económico y Fiscal –de un 80% con respecto a la Península– fue el empujón definitivo para que muchas productoras encontraran en las Islas los mejores escenarios para sus rodajes. 

El PSOE y Unidas Podemos comparten responsabilidades de gobierno en Canarias y en Madrid. Para el gobierno de Ángel Victor Torres lo más cómodo pasaba por evitar contradicciones con el Ejecutivo que preside el secretario general de su partido en Madrid, pero optó por anteponer la defensa de los intereses de los canarios a los partidarios. 

El informe negativo a la modificación del REF que proponía Madrid –emitido por el Gobierno de Canarias– abrió la puerta al pronunciamiento unánime llevado a cabo por nuestro Parlamento contra el golpe de mano que intenta la peculiar ministra de Hacienda del Gobierno de Sánchez.

Nueva Canarias ha jugado un importante papel para lograr el punto de acuerdo alcanzado en el Gobierno que, posteriormente, ayudó al acuerdo unánime del Parlamento. Esta vez sí, han primado los intereses de Canarias a los partidarios. Ojalá éste no sea un hecho aislado.

Contra la posición déspota y caciquil de la ministra de Hacienda no cabe más respuesta que el rechazo unánime de la sociedad canaria liderada por nuestro Gobierno y Parlamento. El contexto general exige que los canarios estemos muy unidos para defender nuestros intereses. 

La magnanimidad con las que el Gobierno de España trata los asuntos de otros territorios del Estado y la estrechez con las que trata los temas de nuestras Islas demanda una respuesta política y social contundente de nuestro Archipiélago.  

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