Una losa o un jardín sobre nuestras cabezas

Una losa o un jardín sobre nuestras cabezas

Primero fueron unas paradas de guaguas absurdas que no mejoraban algún atinado modelo anterior; ahora nos ponen tierra sobre nuestras cabezas, cual lombrices. Porque ese es el proyecto de parada de taxis encargado a dedo por el Cabildo de Lanzarote a un arquitecto.
 
No creo percibir demasiadas diferencias entre una parada de guaguas y una de taxis, puesto que, en esencia, tienen la misma función. Por tanto,  los criterios para su construcción podrán ser compartidos por ambas instalaciones: comodidad, funcionalidad y durabilidad, con el objeto de minimizar las tareas de mantenimiento y garantizar su buena conservación.  Un refugio peatonal con unas condiciones mínimas para la comodidad y eficiencia, así como de protección contra las inclemencias climatológicas durante la espera.
 
No me queda muy claro quién procederá al mantenimiento de las paradas-jardineras de taxis, quién trepará para arrancar bobos y aulagas. Quién para podar ramas. Ni dónde —porque todo son interrogantes— se resguardarán los usuarios del relente lateral o posterior y del solajo de la mañana y de la tarde. De la lluvia, cuando llueva, que nunca es vertical.
 
Elijan por catálogo, que todo está inventado y requete-experimentado
Ignoro qué especies prosperarán en esa jardinera elevada. Si la propuesta es con vegetación propia de zonas desérticas, menos gracia parece tener la propuesta, porque ni remotamente se parecerán a las fotos de la recreación; todo lo más a esas cubiertas pobladas de maleza de viejas casas abandonadas.
 
El asunto siempre es el mismo pues estando todo inventado, valoradas todas las posibilidades, incluso los acabados anti vándalos, hay quienes no se resisten a no ser originales aunque las paradas no sirvan porque debajo no hay quien se cobije.
 
Acaso sería más sencillo una zona de sombra a modo de marquesina entre dos árboles. Demasiado simple para tanto artista. Demasiado cara la propuesta de Palop para la sostenibilidad económica. La otra sostenibilidad, la medioambiental, parece responder a otras claves, del mismo modo que podemos afirmar que lo que se deriva de ser Reserva de la Biosfera no es un galardón para justificar la colocación de jardineras, sino un modo de vida. La tontería no es una de esas claves.
 
Lo dicho, elijan por catálogo, que todo está inventado y requete-experimentado y coloquen unos árboles a uno y otro lado. Ocurrencias y negocio, lo justo.

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