Top Secret, 19 de enero de 2018

Una persona, un cargo

Una persona, un cargo
¿Qué alcalde de qué municipio está ‘mosca’ con una de sus concejales porque no está dedicando todo el tiempo que su responsabilidad municipal requiere? Ha trascendido estos días y se ha radiado en directo. En Radio Lanzarote, concretamente. Que los trapos sucios se laven en casa está muy bien. Pero que, de tarde en tarde, se aireen tampoco viene mal para la novelería insular. Ocurre que la concejal de Urbanismo de Tías, Saray Rodríguez, del PP, fue la persona que su partido eligió, además, para encabezar la lista al Cabildo. Era previsible, como así fue, que obtuviera doble representación: concejal en Tía y consejera en el Cabildo. Mientras estuvo en la oposición en el salón plenario de la primera corporación de la isla no hubo mayor problema, pero a la que a su partido le dio por pactar con el gobierno en minoría de Pedro San Ginés (para seguir ahora en minoría, pero eso es otro cantar) y asumir responsabilidades, han surgido los primeros problemas. De entrada, por recordar, fue designada vicepresidenta primera en detrimento del pilista Manolo Cabrera, que se amuló todo. Tanto que acabó mandándose a mudar del Gobierno.
 
Las orejas al lobo
Pero no todo acabó con ese nombramiento. Saray vio, o le hicieron ver, que su cargo de Vicepresidenta era incompatible con la delegación de competencias en Tías (Urbanismo, en concreto) y que tenía que elegir. Optó por seguir de consejera, sin presencia en el Consejo de Gobierno y de concejal con cartera en Tías. Pero resulta que por un inexplicable fallo que no se sabe a quién atribuir, el día no ha ampliado el número de horas. Sigue teniendo 24. Así que Saray no puede con todo. Pero ella no es consciente del tema. Así que ha tenido que ser el alcalde Pancho Hernández quien le diga a Saray, y de paso a todos los que sintonizaban Radio Lanzarote a esa hora, que esto no puede seguir así. Que hay que poner orden. Que parece que va gente por el ayuntamiento a que la atienda la concejal, y la concejal está ejerciendo de consejera en ese momento. O sea que no está, vamos. El alcalde ha llegado a decir que si ella no puede, otras personas hay que lo harán la mar de bien. Que dimita, en castellano. No sé a ustedes, pero a nosotros nos da la sensación de que lo de Pancho Hernández a su concejal es un pleito en toda regla, Pero de los buenos. Y amplificado por los altavoces de la radio.
 
Revisar protocolos
A esta situación se llega porque siguen existiendo los partidos que no respetan esa regla no escrita, pero de sentido común, que dice que una persona sólo debe ostentar un cargo. Cuando llegan las elecciones los meten en dos o más listas electorales, como en los viejos tiempos de Dimas Martín. La vieja política que cuesta quitarnos de encima. Ansia de poder, ganas de asegurarse un echadero para no volver a lo que cada cual sea en su vida civil o creerse imprescindible, endiosarse hasta lo inaudito. También puede darse el caso de falta de gente. Que en algunos partidos pequeños se puede llegar a dar, pero que en el todopoderoso Partido Popular extrañaría un tanto que fuese así. En fin, veremos si Saray recibe el mensaje, cómo lo interpreta y cual es la respuesta que da al envite lanzado por su compañero de partido y superior jerárquico (en la política pública y en la orgánica en Tïas) Pancho Hernández. Y, sobretodo, veremos si el PP, llegado el momento, sigue repitiendo nombres en distintas listas electorales.

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