Top Secret, 21 de junio de 2018

Vándalos en Haría

Vándalos en Haría
De un tiempo a esta parte el debate ciudadano, cualquier debate, se ha embrutecido. Da igual que uno se enfrente a la nueva realidad migratoria, a la crisis de refugiados, a la corrupción política... y hasta a la peatonalización de Punta Mujeres. Es difícil de entender que pueda haber gente que prefiera que los coches sigan pasando arriba y abajo, más rápidos o más lentos, a todas horas y con escape libre, por las estrechas calles de la tranquila Punta Mujeres. Pero los hay. Sin embargo más complejo es, si cabe, asimilar que entre esos opositores haya gente tan cafre que se dedique a pintarrajear el municipio con el fin de señalar al alcalde, Marci Acuña, como el responsable de pretender algo, al parecer, tan nocivo como anteponer las personas a los vehículos. Estos días han aparecido emborronadas con pintura negra representando letras señales de tráfico y paredes. Esas letras, todas juntas, ponen “Marci” y se grafitean sobre el cartel anunciador del pueblo o del Valle de Malpaso. Se quiere anunciar, a quien lea eso, que el alcalde, Marci Acuña, ejerce cual dictador en una república palmera. Semejantes paletos, los de las pintadas, han de comprender que hay otros medios de hacer llegar la postura defendida a la ciudadanía. ¿Qué tal constituir una Plataforma contra la Peatonalización de Punta Mujeres? Luego elegir sus portavoces y luchar en el espacio del debate público para defender sus fines.
 
Patanes y cobardes
Pero se conoce que no son muy de dar la cara. Uno se los imagina quedando al anochecer para reunirse en casa de uno de esos palurdos, vestirse todo de negro, revisar que los botes de espray funcionan bien, echarse unos rones para vencer la congoja y lanzarse a calles y carreteras a encochinar espacios comunes. Luego, estos membrillos, regresarán a casa satisfechos de la hazaña realizada y al día siguiente, a plena luz, pasarán con sus coches mirando carteles y paredes y sonriendo para sus adentros. Y los adentros, sobretodo los de la azotea, les devolverán el eco. Los espacios vacíos tienen eso, que resuenan. Empieza a ser muy preocupante el pánico que le tenemos en Lanzarote a ganar espacio a los coches. A convertir ciudades y pueblos en lugares donde pasear sin riesgo, dejar que los niños jueguen y sentarse en una terracita a tomar un refresco o una cerveza sin que te ahúme ningún tubo de escape tuneado. Punta Mujeres podría ser un lugar idóneo para experimentar a ver qué se siente siendo como muchas ciudades mediterráneas que han convertido el frente litoral en un espacio ganado para la ciudadanía. De Arrecife ni hablamos.
 
Marci tocado
Para un hombre que lleva muy mal las críticas ver su nombre estampado en el escaparate público es todo un suplicio. Marci Acuña, el alcalde de Haría, es de esos que ha equivocado su profesión (la política, naturalmente) o no ha corregido de manera suficiente su manera de procesar las lógicas críticas que le caen a cualquier cargo público. Es imposible que todo esté bien. Que todo se haga bien. Es más: desconfíen ustedes de Don Perfecto (o Doña Perfecta). Y fíjense que aquí somos de la opinión que la crítica, independientemente de lo educada o zafia que sea, te hace ganar unas elecciones si la llevas a tu terreno. ¿Cómo? Recogiéndola y corrigiendo lo señalado. Que te critican por tener una acera en mal estado, por ejemplo, pues en lugar de amularte lo que debes hacer es mandar arreglar los desperfectos y generar la satisfacción del vecino. Y así con todo. Y ya se sabe que lo contrario de ganar unas elecciones es perder unas elecciones. Casos ha habido en los que la soberbia ha arrasado con el crédito político. Recuerden a la que llenó Arrecife de carteles con “esto lo he hecho yo”. Es verdad que con el tiempo se supo que lo que verdaderamente había hecho no aparecía en los carteles sino más bien en su patrimonio.

Comentarios