Opinión

Los peores trabajos, para los nacidos aquí

Los peores trabajos, para los nacidos aquí

Si crees que la formación es cara, prueba con la ignorancia, dijo un rector de la Universidad de Harvard. Y eso es lo que nos está pasando en Canarias que, por no prestar atención a la formación de nuestros jóvenes, nos la estamos jugando con la incompetencia.

No hace falta ser adivino para vaticinar que en cinco o diez años las Islas, sobre todo las no capitalinas, seguirán importando mano de obra mientras nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros sobrinos y los hijos de nuestra vecindad, se quedan con los trabajos menos cualificados. Estamos asistiendo a un paulatino empobrecimiento social, educativo y formativo, al tiempo que seguimos entretenidos con discursos llenos de palabras, pero vacíos de intención y acción.

Llevamos años repitiendo este razonamiento, organizando visitas, diseñando planes y hablando de la importancia que tienen las Enseñanzas Profesionales para nuestro mercado de trabajo y para nuestra sociedad. Pero no hemos hecho nada. En el único Centro Integrado de Formación Profesional de Lanzarote que se consiguió tras una ardua batalla, llevamos cuatro años esperando por la modernización del centro. Cada anualidad se reflejan las partidas en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, pero no se materializan. ¿Dónde están los responsables? ¿Qué están haciendo las personas cuyo trabajo es que esto salga adelante?

Me pregunto qué es lo que está pasando en Canarias con la Formación Profesional para que no avance al ritmo que debería hacerlo. En un panorama en el que las empresas no encuentran los recursos humanos necesarios para el desarrollo de su actividad y los jóvenes no logran acceder al mercado de trabajo, algo se está haciendo mal, muy mal. La tasa de desempleo juvenil en Canarias es alarmante, por encima del 50% de los jóvenes están desocupados, es la más alta de España. Un dato preocupante si además lo comparamos con los datos europeos, donde ya España lidera este listado acercándose al 40% de desempleo. Estamos por arriba de lo peor y no lo estamos viendo venir.

La única respuesta que encuentro una y otra vez es la escasa atención que se le presta a las Enseñanzas Profesionales y más concretamente a la FP y a la implantación de la FP Dual, en la que ya vamos contra reloj.
La Formación Profesional en Canarias debe contar con un espacio diferenciado en la estructura educativa para que pueda ser tratada como es debido. Los problemas que urgen en la Educación Primaria y la Secundaria lapidan a la FP, la relegan, la arrinconan. Y ahora mismo atravesamos un momento en que la Formación Profesional necesita atención especial para dar salida a esos miles de jóvenes canarios que no encuentran trabajo y a todas esas empresas que no encuentran trabajadores.

La FP y la FP DUAL requieren de un espacio propio y específico y una Dirección General es insuficiente. En Canarias se debe abrir el debate para que la FP disponga de su particular estructura, como ya existe en otras Comunidades de España, dentro de la Consejería de Educación, y como también ha hecho el Gobierno Central que le ha concedido mayor rango dentro del Ministerio, para darle visibilidad y reconocimiento.

2022 será el año en que se apruebe la Ley de Formación Profesional. ¿A qué esperamos en Canarias para darnos cuenta de que tenemos que dejar de jugar a ser ignorantes o pretender que la ciudadanía lo sea?

José Torres Fuentes es presidente de la Cámara de Comercio

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