Canarias necesita medidas específicas

La semana pasada puse el foco, en estas mismas líneas, sobre la enorme dependencia del exterior que tiene la economía canaria. En un mundo globalizado cualquier alteración del orden que se produzca en cualquier lugar del planeta puede llegar a afectarnos, especialmente a los canarios. El virus que está sacudiendo a cada vez más países será recordado como un ejemplo mayúsculo de la onda expansiva a la que me refiero. Los efectos del coronavirus COVID-19 empiezan a frenar la economía mundial. La infección, que tuvo su origen en la ciudad China de Wuhan, ha ido extendiéndose por todos los continentes, sus efectos en la economía empiezan a ser demoledores.

 

Poco a poco, en la misma proporción que crece el número de personas y países afectados por el virus se dispara la preocupación en la ciudadanía, a lo que sin duda está contribuyendo que las noticias sobre la enfermedad monopolicen los contenidos de los informativos. En un escenario de pánico y confusión generalizados, la gente empieza a frenar sus movimientos, huyendo de las grandes concentraciones y viajando menos. En la ciudad italiana de Milán, importantísimo núcleo financiero y comercial, la ocupación hotelera había caído la pasada semana hasta el 30%; y en Roma, ciudad más vinculada al turismo, el ocio y la cultura, la ocupación cayó un 90%.

 

Las autoridades españolas reconocen ya públicamente que la extensión del coronavirus va a afectar -de hecho, ya está afectando- al turismo, sin duda el sector que más aporta al PIB del país. Obviamente, también está castigando al conjunto de la economía y al empleo, una crisis de dimensiones aún desconocidas que obliga a preparar sin demora un paquete de medidas para paliar sus efectos. La epidemia -que afecta ya a más de cien mil personas en todo el mundo y ha causado ya más de tres mil muertos- incrementará progresivamente su impacto directo en el turismo y sobre la economía española. Ni España ni Canarias podrán quedar al margen de la onda expansiva global que el virus ha traído consigo.

 

La secretaria de Estado de Turismo, Isabel María Oliver, afirmó días atrás que el Gobierno está preparando una serie de medidas para intentar paliar en la medida de lo posible los efectos de esta situación. El paquete de medidas está siendo elaborado entre varios ministerios, como es el caso de Economía, Trabajo, Exteriores y Comercio e Industria -porque afecta a todos los sectores, sin exclusión-.

 

El sector turístico significa alrededor de un 13% del PIB y del empleo en España; por lo tanto, es lógica la preocupación que existe en el Gobierno de Pedro Sánchez por del impacto que puede tener el frenazo en la llegada de turistas y la conveniencia de impulsar un paquetes de medidas paliativas a la situación. En el caso de nuestras Islas, el turismo representa para la economía y el empleo de Canarias tres veces más de lo que pesa en el conjunto del Estado -si no la única, es con diferencia la  fuente de riqueza por excelencia de las Islas-.

 

La situación privilegiada en el Atlántico Medio, propicia que gocemos de un clima y de una naturaleza  que han ayudado a impulsar una industria que ha mejorado el bienestar de la gente que vive en las islas, nos consolida como una potencia mundial en un sector que ahora se ve seriamente amenazado. Por eso Canarias debe de estar presente en el paquete de medidas que prepara el Gobierno de España para atenuar el impacto que la extensión del COVID-19 va a tener en el turismo. En Moncloa deben tener en cuenta la enorme dependencia que tiene para la economía y el empleo en nuestro Archipiélago el turismo y, por lo tanto, singularizar algunas de las medidas que se preparan para que respondan a nuestras necesidades.

 

No estaría mal que el Ejecutivo regional demandara ser escuchado antes de que el Gobierno de España apruebe el paquete de medidas anunciado por la secretaria de Estado de Turismo. El Gobierno de Canarias y los representantes empresariales y sindicales del sector turístico de nuestra tierra deben pedir que se atienda nuestra realidad antes de que esas medidas vean la luz.