Opinión

La pelota está en el tejado del PP

La pelota está en el tejado del PP

La moción de censura al Gobierno de Rajoy y su posterior renuncia a la presidencia del PP han abierto un nuevo tiempo político en España. Por una parte, el cambio de Gobierno trae consigo una oportunidad para que Pedro Sánchez, desde el poder, afiance su liderazgo dentro de su propio partido, con el rédito que a corto plazo otorga la presidencia del Ejecutivo, facilitando en principio la mejora de las expectativas electorales de los suyos tanto en las elecciones autonómicas y locales del próximo mes de mayo como en las elecciones generales.
 
Casi todo juega a favor para que Pedro Sánchez coloque a los socialistas en una buena posición para encarar con ventaja las próximas convocatorias electorales. En un par de años, sin tiempo razonable para sufrir un desgaste como Gobierno, tendremos elecciones locales y autonómicas, al Parlamento Europeo y generales. Las buenas expectativas con las que Pedro Sánchez encara este nuevo tiempo político sólo se pueden truncar por el latente conflicto territorial con Cataluña o por errores propios o de su entorno.
 
La gestión del grave conflicto abierto por los independentistas catalanes contra el Estado se llevó por delante a Rajoy, entre otros factores, y colocó -hasta la moción de censura y la renuncia de Rajoy- a Ciudadanos en una privilegiada posición para dar el asalto al gobierno en las próximas elecciones generales.
 
El apoyo de los partidos independentistas catalanes es clave para la estabilidad del gobierno socialista. Parte del futuro político de Sánchez está en manos de ERC y del PDeCAT: si mantienen el nivel de presión que ejercieron contra el Gobierno de Rajoy el futuro de Sánchez estará en manos del PP y/o de Ciudadanos. Si, al contrario, los independentistas optan por una vía de diálogo asumible por los poderes del Estado el papel y el futuro de Sánchez se verá reforzado.
 
El otro peligro que acecha a Pedro Sánchez  es el exceso de postureo en el ejercicio de su responsabilidad como presidente, que le pueden marcar como una persona demasiado insustancial, frívola. El comienzo de su mandato está marcado por un abuso de gestos insustanciales que están siendo objeto de poco favorables comentarios en las redes sociales y en los ámbitos políticos e informativos. Sánchez en excelente forma física, practicando running; Sánchez con cariñosos gestos hacia su perra; Sánchez al estilo Kennedy con gafas de sol dentro de Airbus o Sánchez en varias instantáneas consecutivas transmitiendo con sus manos, según el comentario que se adjunta en la cuenta oficial de Presidencia en Twitter, “audacia, fuerza y decisión”.
 
Por otra parte, la censura y la renuncia de Rajoy a la presidencia de los populares abre también una nueva etapa en el partido que ha sido la referencia del centro-derecha en España en los últimos 40 años. La salida del Gobierno coloca al PP en la referencia de la oposición en el Congreso de los Diputados con sus 137 escaños y con su absoluto control en el Senado. Además, la renuncia del hasta hace unas semanas presidente de los populares ha dado paso a un proceso de renovación de la cúpula del partido para abrir una nueva etapa que les permita dejar atrás la estela de corrupción que tanto daño les ha hecho.
 
Siete candidatos aspiran a presidir el PP a partir del congreso extraordinario que celebrarán el 20 y el 21 del próximo mes de julio. Por primera vez, los populares dejan la responsabilidad de elegir a su líder en sus afiliados. Es verdad que este proceso participativo se ha visto lastrado por el bajo porcentaje de afiliados que están legitimados a ejercer el derecho a participar en la elección de quien a partir del 21 de julio será su referente, pero ello no resta mérito a la democrática opción por la que han optado los populares.
 
La alternativa a Pedro Sánchez y el Gobierno socialista va a depender mucho de cómo los populares cierren su congreso. Si el congreso se cierra sin fisuras con una imagen real de unidad el bipartidismo se afianza y, por lo tanto, la alternativa a Sánchez y los suyos recaerá en los populares y en su nuevo líder. Un fracaso de los populares en su congreso permitiría a Ciudadanos recuperar protagonismo en el espacio del centro-derecha y ser una opción a los defraudados del PP. El protagonismo que puede tener el resultado del congreso del PP en la política estatal y en el desenlace de las elecciones autonómicas y locales del próximo año hace que, poco a poco, todas las miradas se vayan centrando en el mismo.
 
De una u otra forma, todos están pendientes del PP porque del PP depende cómo llegarán unos y otros a las siguientes convocatorias electorales. La pelota de las expectativas electorales del PP y a partir de ahí de todos los demás partidos está en el tejado de los populares.

Comentarios