CARRETERAS

Con tantas rotondas como tiene, Lanzarote no necesita salas de exposiciones

Rotonda en la carretera de Circunvalación de Arrecife, cruce con la carretera de Tahíche. Foto Horinsa.
Rotonda en la carretera de Circunvalación de Arrecife, cruce con la carretera de Tahíche. Foto Horinsa.

Es innegable la gran predilección existente en la isla por las rotondas para tratar de ordenar el tráfico automovilístico: por eso hay más de un centenar

Con tantas rotondas como tiene, Lanzarote no necesita salas de exposiciones

Con tantas rotondas como tiene, Lanzarote casi no necesita salas de exposiciones. Aquellas han venido a sustituir a las galerías de arte para la exposición permanente de obras de todo tipo: buenas, regulares y malas. Los espectadores son las personas que conducen vehículos o se desplazan en ellos. Las rotondas también se han convertido en espacios para el ejercicio del paisajismo urbano y rural, en el que se observan, asimismo, propuestas buenas, regulares y malas.

Con frecuencia se presentan como una simbiosis de arte y paisajismo y son hijas de César Manrique. Como en tantas otras cosas, Manrique se detuvo en el potencial artístico de glorietas y rotondas para señalar algunos hitos en el paisaje con sus Juguetes del Viento, y, de alguna manera, convirtió las carreteras de Lanzarote en un museo al aire libre. Cosa distinta es la calidad, aunque se apele a la democratización del arte en el espacio público.

Hay más de 100 rotondas en Lanzarote

Hay más de 100 rotondas en Lanzarote. Como en el resto del país, proliferan en la red de carreteras, en la ciudad y su conurbación, en las zonas turísticas y los pueblos, y se han convertido en uno de los símbolos contemporáneos del despilfarro de dinero público. Y, a menudo, en símbolos de ausencia de criterios y de mal gusto, directamente. En cualquier caso, es innegable la gran predilección existente en la isla por las rotondas para tratar de ordenar el tráfico automovilístico.

En Lanzarote existen un centenar de carreteras y caminos municipales que alcanzan en su totalidad más de 465 kilómetros de longitud. Más de la mitad de esa longitud se encuentra bajo la titularidad del Cabildo de Lanzarote, mientras que al conjunto de ayuntamientos corresponde el 26 por ciento y al del Gobierno de Canarias el 19 por ciento restante, en concreto el eje Órzola Playa Blanca, incluyendo la carretera de circunvalación de Arrecife. Las cuentas son sencillas: hay una rotonda cada cinco kilómetros.

Son más prácticas que un simple stop

Por esta red y sus rotondas circulan en la actualidad más de 140.000 vehículos. Por eso, los defensores de las rotondas suelen recurrir al argumento de la fluidez en la circulación y la seguridad vial para justificar la necesidad de su construcción. Son más prácticas que un simple stop, dicen, y reducen los siniestros de manera significativa.

El brote de rotondas en España es reciente y discurrió en paralelo a la expansión de la burbuja inmobiliaria. De hecho, en el imaginario colectivo una rotonda era y es garantía de la existencia de interés y respaldo público de una promoción inmobiliaria. Por eso, tienen más que ver con las consecuencias de la burbuja inmobiliaria que con la circulación rodada. En estos momentos se estima que hay más de 20.000 rotondas en el conjunto del Estado. Y, todo sea dicho, buena parte de ellas adornadas con un esperpento con coartada artística.

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