Después de más de dos años de ausencia

La torre de la iglesia de San Ginés recupera su linterna

Con la ayuda de Manuel, su padre, Alberto Perdomo ha restaurado la linterna en su taller de carpintería en Haría.
La torre de la iglesia de San Ginés recupera su linterna

Cuando el patrón de Arrecife salga del templo en procesión el 25 de agosto, día de San Ginés, podrá alzar la vista hacia lo alto de la torre y divisar de nuevo la presencia de la linterna que la corona desde 1843. El crucerito, que así se llama la estructura de unos 700 kilogramos de peso, habrá sido restituido a su lugar después de más de dos años de ausencia. Alrededor de 24 meses estuvo guardada en una nave del Ayuntamiento de Arrecife, y un par de meses más en el taller donde fue recuperada. La intervención fue autorizada por el Servicio de Patrimonio del Cabildo Insular, ya que la iglesia es un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento.
 
Unas ocho semanas tardó Alberto Perdomo en restaurar la linterna que corona la torre de la Iglesia de San Ginés, y que fue retirada en marzo de 2015 porque corría riesgo de desprenderse y caerse. En su taller de carpintería de Haría, y con la ayuda de Manuel, su padre y maestro carpintero, Alberto realizó un minucioso trabajo que responde al proyecto del arquitecto Martín Martín. La veleta que corona la linterna es obra de Fran Betancort, quien la reprodujo en acero inoxidable, también en su taller de Haría, con los cuatro puntos cardinales, y que se perdió hace poco más de diez años. Como remate, Fran le ha añadido un gallo, una silueta muy común en las veletas. Impulsada por el viento, volverá a girar como antaño señalando su dirección.
 
“La tarea más compleja a la que se enfrentó Perdomo fue recomponer las patas que fueron seccionadas cuando se retiró la pieza”
 
Una linterna es una torre pequeña, más alta que ancha y con ventanas, que se pone como remate en algunos edificios y sobre las medias naranjas de las iglesias. Ésta es de tea pintada de blanco y soporta una pequeña cúpula de piedra de basalto, rematada con una veleta de acero, como la que tuvo en el siglo XIX. La linterna de la torre del campanario de la iglesia de San Ginés fue retirada por los bomberos del Consorcio de Seguridad y Emergencias ante el riesgo de que se cayera sobre los peatones. Para ello, utilizaron un camión capaz de desplegar una larga escalera hasta lo alto, donde tuvieron que aserrarla por su base. Según parece, la linterna corría peligro de desprenderse por el desgaste de la estructura que la sujetaba al resto de la torre.
 
La tarea más compleja a la que se enfrentó Perdomo fue recomponer las patas que fueron seccionadas cuando se retiró la pieza. Se ha conservado la tea y la piedra volcánica, los materiales originales, y la base de piedra se limpió de excrementos de aves, acumulados durante décadas. El trabajo fue financiado en su mayor parte con las aportaciones de los propios feligreses, y que se aproxima a una inversión de 4.000 euros e incluye la colocación de la pieza en su sitio.
 
El santo recobra la sonrisa y Arrecife recupera el más delicado símbolo de su silueta urbana, eso que damos en llamar skyline.

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