LITERATURA

José Saramago, 25 años de un Nobel que escogió Lanzarote para vivir

Biblioteca de la Casa Museo José Saramago, en Tías, Lanzarote.
Biblioteca de la Casa Museo José Saramago, en Tías, Lanzarote.

La Fundación José Saramago conmemora en la Biblioteca de A Casa el 25 aniversario de la concesión del Nobel de Literatura y el 75 de la declaración de los Derechos Humanos

José Saramago, 25 años de un Nobel que escogió Lanzarote para vivir

José Saramago (Azinhaga, 16 de noviembre de 1922 - Tías, 18 de junio de 2010) se encontraba en la Feria del libro de Frankfurt cuando se supo que era el nuevo Premio Nobel de Literatura. Era un 8 de octubre de 1998. La noticia fue recibida en Lanzarote como si lo hubiese obtenido un hijo suyo y, de alguna manera, así era, puesto que el escritor había establecido su residencia en la isla en 1993.

Tras fijar su residencia en la isla, inicia la escritura de un diario, Cuadernos de Lanzarote y escribiría La caverna, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez o Las intermitencias de la muerte, entre otros libros. En 1995 le fue concedido el Premio Camões, en 1997 fue distinguido como Hijo Adoptivo de Lanzarote y en 1998 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Fue galardonado con el Premio Canarias en 2001, en la modalidad Internacional.

Su residencia la llamó A Casa

El escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo se había convertido en parte de la isla y aquí produciría la mitad de su obra literaria. Su residencia la llamó A Casa. Era una morada hecha de libros y el estudio en el que escribía. En ella dispuso una biblioteca y plantó un olivo. Fue reconvertida en Casa-Museo y su Biblioteca acoge este lunes el 25 aniversario de la concesión del Premio Nobel al escritor portugués.

La Fundación José Saramago conmemora el 25 aniversario de la concesión del Nobel y lo vincula al 75 aniversario de la declaración de los Derechos Humanos, con los que el escritor estuvo muy comprometido. “Participé en acciones que demandan la dignificación del ser humano y el cumplimiento de la Declaración de Derechos Humanos mediante la consecución de una sociedad más justa, donde la persona sea una prioridad absoluta, y no el oficio o las luchas por un poder hegemónico, siempre destructivo”, escribió.

Cumplir con la Carta de Derechos Humanos

Este ideario lo traslada en 2007 a su Fundación, que, entre sus principales objetivos y además de la defensa y difusión de la literatura contemporánea, asume la defensa y la exigencia de cumplir con la Carta de Derechos Humanos, además de la atención que le debemos, como ciudadanos responsables, al cuidado del medio ambiente.

Al ser declarado Hijo Adoptivo, de Lanzarote, se reafirmó con sus convicciones con estas palabras: “Me gustaría, aunque yo no sea de esta tierra, que ya es tierra mía y ahora mucho más, que todos los habitantes de Lanzarote, sin diferencia de clase, de educación, de posición social, de responsabilidad política... si quieren a Lanzarote como yo, Lanzarote se salva, porque Lanzarote lo que necesita es amor”.

Biblioteca de la Casa Museo José Saramago, en Tías, Lanzarote.
Biblioteca de la Casa Museo José Saramago, en Tías, Lanzarote.

La Biblioteca no nació para guardar libros

Cruzado el portón de entrada se accede a la vivienda de José Saramago; aquí falleció el 18 de junio de 2010. Una galería luminosa distribuye las distintas dependencias de la morada, en la que sobresale su estudio. En esta habitación, se puso a escribir las primeras líneas de Ensayo sobre la ceguera, iniciando así un período de gran creatividad. En este espacio como en ningún otro de la residencia palpita aún la presencia de Saramago.
“La Biblioteca no nació para guardar libros, sino para acoger personas”. En ella recibía Saramago a sus amigos y a ella acudía a diario. Pese a que la Literatura sea universal, los libros están colocados por los países de procedencia de los autores. La filosofía, el ensayo y las memorias responden a un orden temático, como la historia o la política. Jorge Luis Borges, junto a Pessoa y Kafka, eran los escritores imprescindibles del siglo XX para Saramago.

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