CULTURA

Noche de San Juan: cuando deseamos más que nunca que el fuego se lleve todo lo malo

Esta noche, multitud de puntos brillantes por toda la geografía insular nos recordarán que es la noche de las hogueras y los asaderos. Con sus limitaciones a causa de la covid, pero nadie quiere perderse la tradición que conlleva la quema de todo lo malo. 

Noche de San Juan: cuando deseamos más que nunca que el fuego se lleve todo lo malo

Los tiempos cambian y con ellos los rituales. San Juan se asocia hoy, y desde hace tiempo, a la noche de las  grandes hogueras. Desde hace años, en días -y hasta semanas- anteriores a la noche del 23, el chinijerío se ocupa de recolectar trozos de desecho y enseres viejos de madera con el fin de confeccionar grandes piras en el descampado más próximo.

A veces ayudados por sus mayores, las van apilando con la idea de prenderles fuego en la noche previa a San Juan. Las grandes hogueras suelen coronarse con un muñeco elaborado con trapos y retales, llamado “el Facundo”. Este machango, realizado con poco esmero, data de los años sesenta del siglo pasado fruto de una ocurrencia de unos jóvenes harianos. La imaginación norteña creó, asimismo, la danza del fuego, en los años noventa, en la que unos seres semejantes a diablillos hacían de la suyas en la noche de San Juan.

A una distancia prudencial, grupos de amigos y familias preparan asaderos en los que nunca faltan las piñas asadas sobre las brasas, y que son enfriadas en un balde con agua de mar o, en su ausencia, con agua muy salada. Al día siguiente, o esa misma noche, es preceptivo ir a la playa para darse el primer baño del verano. El antiguo rito purificador del solsticio consiste hoy en saltar por encima de una hoguera y pedir un deseo.

Ante el peligro que entrañan las grandes hogueras, que suman alrededor de un centenar dispersas por toda la geografía insular, esta celebración requiere un gran despliegue de medios. De una parte, los ciudadanos tienen la obligación de comunicar las localizaciones de las fogatas para facilitar la labor de los equipos de emergencias si se diera el caso. Dotaciones de bomberos, miembros de Protección Civil y agentes de todas las policías locales se ponen en situación de alerta. Pero, de otro lado, circulan recomendaciones para evitar incidentes, como la elección del lugar de la hoguera en un lugar alejado de las viviendas, los tendidos aéreos, los árboles y el tránsito de personas. Una de las más importantes es dejar seis metros de distancia a la hoguera por cada metro de altura.

En tiempos de covid, además, los municipios han restringido sobremanera este tipo de instalaciones efímeras por cuanto las autoridades Sanitarias han venido desaconsejando reuniones más o menos numerosas. Con todo, hoy habrá quien piense en lo acontecido en este año y medio pasado para quemarlo en la hoguera de San Juan y desear que lo venidero sea, como se dice ahora, bastante más normal.

Lo que dice el Consorcio de Seguridad y Emergencias

Este año, las hogueras se podrán realizar respetando, en todo momento, las medidas de protección sanitarias por la Covid-19, es decir, utilizando las mascarillas y guardando la distancia social.

Asimismo, las personas que quieran encender una hoguera habrán tenido que solicitar la autorización pertinente en sus respectivos ayuntamientos.

Además de limpiar la zona y eliminar cualquier material que pueda propagar el fuego, el Consorcio recomienda la elección de un lugar seguro, a ser posible sin edificaciones cercanas, con poco tránsito de vehículos y personas, y sin que haya en las proximidades tendidos eléctricos o telefónicos, árboles, viviendas y vehículos estacionados.

Así mismo aconseja alejar la hoguera 6 metros de cualquier elemento que se vea afectado por el fuego, por cada metro de altura de material apilado.

Cabe señalar que está prohibido el uso de envases a presión -como desodorantes o insecticidas-, materiales explosivos o líquidos inflamables (como el gel hidroalcohólico), artificios pirotécnicos, papeles o telas ligeras, envases o materiales plásticos y metálicos, así como aquellos materiales que produzcan emisiones tóxicas como neumáticos, pinturas, goma espuma o colchones.

Del mismo modo se pide evitar la utilización de materiales ligeros que puedan desprenderse con el viento y producir un incendio, así como aquellos que provoquen explosiones o contaminen el Medio Ambiente. Antes de abandonar la hoguera deberán asegurarse de que queda bien extinguida y, si fuera necesario, cubrir los restos con tierra. También se solicita recoger los residuos de la hoguera y asegurarse de que el lugar quede limpio.

La población puede hacer uso de los teléfonos el 112 y el 080, pero exclusivamente en caso de emergencia.

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