El proyecto para la salvaguarda de Los Buches entra en su fase de ejecución
El proyecto impulsado desde Lanzarote para proteger y asegurar el futuro de Los Buches de Arrecife avanza hacia su fase de desarrollo final, tras completar la etapa piloto de investigación, pruebas y definición técnica. El objetivo es producir facsímiles (réplicas de altísima fidelidad) que permitan que la tradición siga viva en la calle, con garantías, sin depender de piezas antiguas cada vez más frágiles y difíciles de mantener en uso.
La iniciativa, concebida y promovida por el artista, gestor cultural e investigador David Machado, cuenta con el respaldo de la Presidencia del Cabildo de Lanzarote, presidida por Oswaldo Betancort García, y con financiación compartida al 50% por los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) y la Sociedad de Promoción Exterior Turismo Lanzarote. Esta alianza coloca a Lanzarote en un plano de innovación patrimonial poco frecuente: el de los territorios que aplican tecnología avanzada al servicio de una práctica cultural viva, comunitaria y con transmisión intergeneracional.
En palabras de David Machado: “este proyecto supone un avance sistemático en la protección de las muestras culturales más genuinas de las Islas Canarias, uniendo tecnología, bellas artes e investigación antropológica. Estamos siendo punteros a nivel mundial”.
La producción se realiza en Madrid con Factum Arte y la Factum Foundation, entidades reconocidas por su trabajo internacional en registro digital de alta resolución y producción de facsímiles para conservación. El equipo está dirigido por Adam Lowe, director de Factum Arte y fundador de la Factum Foundation, figura clave en el cruce entre artes, tecnología y preservación del patrimonio.
Dentro del equipo técnico, han intervenido perfiles especializados como Otto Lowe, vinculado a los procesos de fotogrametría y captura tridimensional, y Sol Costales Doulton, responsable de coordinación y gestión de proyectos dentro del entorno Factum. Este trabajo permite registrar con precisión la “piel” del objeto, su volumen, sus relieves y marcas, para que la réplica no sea un simple parecido, sino una pieza funcional y fiel.
A una jornada de seguimiento del proyecto acudió el presidente de la Parranda Marinera de Buches, Juan Antonio Machado Santana, buchero veterano, quien subrayó el alcance cultural del proceso: “este proyecto no solo supone la salvación de Los Buches, sino que nos sitúa en el mapa como sociedad pionera en la utilización de la tecnología para salvaguardar una de las manifestaciones más importantes de las Islas Canarias”.
Tras dejar atrás la fase de investigación, el proyecto entra en el tramo de desarrollo formal y material mediante diseño y modelado tridimensional. En esta etapa interviene la artista Irene Gaumé, formada en Bellas Artes en Amberes y especialista en modelado 3D en el equipo de Factum, trabajando sobre la información obtenida del escaneado de buches históricos de gran formato conservados en la sede social de la entidad. A partir de esos datos, se realiza un proceso de reconstrucción e “inflado” digital para aproximar textura y forma a las cualidades orgánicas de los buches tradicionales, incorporando detalles finos como venas, capilaridades y rugosidades con una precisión milimétrica.
Los facsímiles previstos, de unos 75 cm, permitirán la producción de 35 buches destinados al uso en contexto festivo. La intención no es convertir la tradición en vitrina, sino reforzar su continuidad real: que el entrudo (carnaval tradicional) pueda seguir celebrándose con fuerza, cuidado y alegría, sin que la falta de buches comprometa la práctica.
La asociación destaca que el presupuesto se ha destinado íntegramente a la ejecución del proyecto y agradece expresamente el impulso institucional de la Presidencia del Cabildo de Lanzarote (Oswaldo Betancort García) y la implicación del consejero delegado de los CACT, Ángel Vázquez Álvarez, por hacer viable una intervención que protege una tradición y, a la vez, proyecta a Lanzarote en circuitos internacionales donde la tecnología se pone al servicio de la memoria colectiva y del patrimonio vivo.