TRABAJO

La tasa de paro en Lanzarote bajó del 18% el año pasado

La isla cerró el año con una tasa de desempleo del 17,4%, una cifra que es mejor que en el conjunto de Canarias (18,7%) y peor que la media española (13,7%).

La tasa de paro en Lanzarote La Graciosa bajó del 18% a 31 de diciembre del año pasado. Un buen dato si se compara con los ejercicios anteriores y la enorme destrucción de empleo ocasionada por la grave crisis económica, que ya casi ha quedado atrás. En concreto, la isla cerró el año con una tasa de desempleo del 17,4%, una cifra que es mejor que en el conjunto de Canarias (18,7%) y peor que la media española (13,7%).
 
Más de la mitad de los parados están censados en Arrecife, mientras que, en el polo opuesto, Haría y Tinajo son los que menos contabilizan. Casi seis de cada diez desempleados son mujeres. Por otro lado, si se los considera por grupos de edad, las personas maduras son las más afectadas por el desempleo, ya que alrededor de 4.500 tienen entre 45 y 59 años. En torno a siete mil parados están adscritos a la hostelería y al resto de servicios, mientras que unos seis mil sólo tienen estudios primarios.
 
Las cifras de paro están lejos de las mejores que hemos conocido: 8,7% en 2004
En base a estos datos, continúa mejorando la creación de empleo en Lanzarote, pero todavía está lejos de las estadísticas que se vivieron con la llegada del nuevo siglo, y que casi siempre estuvieron por debajo del 10%. Las cifras de paro están lejos de las peores que hemos conocido (34% en 2011, el peor de todos ellos), pero también de las mejores (8,7% en 2004, el mejor de ellos). Por otro lado, la tasa empleo en Lanzarote se situó en 51,1%. Este dato refleja el porcentaje de población ocupada sobre población de 16 años y más. 
 
En los últimos cinco años la tasa de paro ha caído prácticamente quince puntos porcentuales en Lanzarote, reduciéndose casi a la mitad. Los datos expresan que la isla está generando empleo a un ritmo superior al conjunto de Canarias. A pesar de todo, la calidad del trabajo sigue siendo muy baja, predominando su baja remuneración y su temporalidad. 
 
Mientras permanece con poca actividad el sector de la construcción, que ha sido el motor y el combustible de la economía insular en las últimas décadas, se han producido récords de afluencia turística. Por ello, el sector de los servicios es el que está promoviendo las contrataciones. La otra cara de la moneda sigue siendo el elevado paro juvenil, los bajos salarios y la temporalidad en el empleo.