Tasa verde al queroseno: presiones, excepciones, oportunidades y amenazas
El Gobierno de Canarias ha dicho este lunes, frente a las críticas y advertencias del sector aéreo, que valora que Europa haya optado por una vía intermedia respecto a la tasa aérea, de la que ha excluido a las Regiones Ultraperiféricas (RUP) en sus conexiones con el continente y en los vuelos entre islas, frente a la pretensión inicial de que hubiese tasa verde en todos los desplazamientos.
En declaraciones a EFE, un portavoz del Gobierno regional señala que el futuro pasa por operar con combustibles sostenibles, que se podrán financiar por parte de las administraciones públicas, por lo que ha animado a las compañías aéreas a abrazar el futuro.
Sin embargo, desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) han advertido que Canarias pueden perder un millón de turistas al año y más de 40.000 empleos si los vuelos que conectan las islas con el resto de la Unión Europea no quedan exentos de la nueva fiscalidad verde europea al queroseno, el llamado Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS).
A juicio del Gobierno, se han logrado avances respecto a la posición de partida en la Comisión Europea, que pretendía no hacer ninguna excepción en ningún vuelo, frente al escenario actual, que además de lograr la exención hasta 2030 y que las RUP estén exentas en sus vuelos interinsulares o con el continente, también prevé la posibilidad de exceptuar vuelos internacionales si operan con combustibles sostenibles.
Combustibles sostenibles
Desde el punto de vista de la competitividad turística, en el supuesto de la implantación de este tipo de combustibles, desde el ejecutivo lo tienen claro "lo peor que puede pasar es que se encarezcan los billetes, lo que reduciría la posibilidad de que vinieran turistas de mayor poder adquisitivo, pero también es cierto que el factor de la sostenibilidad cada vez pesa más a la hora de decidir el destino".
ALA cita un reciente estudio publicado por la consultora Deloitte, bajo el título "Volando hacia un futuro sostenible", según el cual la aplicación del ETS en Canarias provocaría en 2030 la pérdida de un millón de turistas y 42.000 empleos como consecuencia del encarecimiento de su viaje a las islas.
"Es entendible que las aerolíneas estén preocupadas", dice el Gobierno, "porque hay que garantizar el acceso a combustibles sostenibles y esta medida les fuerza a introducirlos antes, pero lo cierto es que hay contemplados recursos para que esto no suponga sobrecostes y todo está muy alineado con fomentar la aviación sostenible".
La apuesta es que Canarias sea un centro de operaciones para combustibles verdes. Y, mientras tanto, quedar exentos de la cuestionada tasa verde
