9D | Aniversario

El 9 de diciembre de 1976 se inauguró el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC)

MIAC
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La apertura y presentación del Castillo de San José tuvo lugar el 21 de febrero de 1976, una vez finalizadas las obras realizadas de restauración y mejora.

El 9 de diciembre de 1976 se inauguró el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC)

La apertura y presentación del Castillo de San José tuvo lugar el 21 de febrero de 1976, una vez finalizadas las obras realizadas de restauración y mejora con vistas a la celebración de la Iª Bienal Internacional de Artes Plásticas. Pero fue a finales de aquel año, el 9 de diciembre, cuando tuvo lugar la inauguración del Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC) ubicado en la fortaleza con la exposición de la obra de 161 pintores y 30 escultores pertenecientes a 16 países.

Poco antes, en abril de 1974, tuvo lugar una reunión en el Cabildo en la que se trató la celebración del I Certamen Internacional de Artes Plásticas de Lanzarote, que tendría como marco el Castillo de San José y previsto para la segunda quincena de septiembre de 1975. A tal fin, la fortificación sería sometida a una profunda reforma. Seguidamente se constituyó el Patronato del Certamen, impulsando el proyecto de creación del MIAC que se concreta en junio.

UN VIEJO SUEÑO DE CÉSAR MANRIQUE

El día 22, se procede a la firma el Convenio de Cooperación Cultural suscrito por la Delegación Nacional de Cultura, el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Arrecife, y que, en sus bases recoge que el Cabildo “se compromete a realizar las necesarias obras de acondicionamiento, restauración y conservación del Castillo de San José”. El viejo sueño de César Manrique cobraba forma.

El MIAC se encuentra situado en la antigua fortaleza militar del Castillo de San José, en el puerto comercial de Arrecife. El museo se constituyó en el 1975 con el fin de promover, reunir y exponer las obras más significativas de la creación artística moderna. Fue creado por iniciativa de Manrique, quien dirige personalmente las obras de remodelación y acondicionamiento del bastión, abandonado por aquel entonces. La estructura interna del edificio apenas fue modificada, siendo las construcciones anexas las intervenciones más notorias, como la zona que actualmente ocupa el restaurante.

FORTALEZA DEL HAMBRE

En octubre se constituye el Patronato del Certamen de Artes Plásticas, con visita incluida al Castillo de San José, que será su sede, y en febrero del año siguiente se consigue una subvención para las obras del camino de acceso y las obras de reparación del bastión, acordándose la ejecución por administración directa a través de Vías y Obras Insulares, como en tantas otras ocasiones en el pasado.

La fortaleza fue construida en el siglo XVIII durante el reinado de la monarquía borbónica de Carlos III. La actividad portuaria, el crecimiento del núcleo poblacional, la necesidad de defensa frente a los ataques berberiscos y de los corsarios ingleses crean las condiciones necesarias para demandar nuevas edificaciones defensivas. La obra fue ejecutada entre los años 1774-1779, bajo la advocación de San José, y en ella participó un número elevado de población insular. Esta construcción vino a paliar las carencias en aquella época, por lo que popularmente se denominó Fortaleza del Hambre. La planta del edificio es semicircular con el lado curvo orientado al mar.

EL MIAC, SEGÚN LUIS MORALES PADRÓN

Luis Morales Padrón, el encargado general del Cabildo y mejor intérprete de César Manrique, fue el responsable de llevar a término el enésimo sueño contemporáneo del artista (Del libro ‘Luis Morales Padrón’, de Mario Alberto Perdomo, Colección Islas de Memoria, FCM, 2017):

“El Castillo de San José era un polvorín de los militares. Cuando se llegó a un arreglo con el Ejército, empezamos por limpiar por dentro en la época de don José [Ramírez]. A la nave de abajo le habían añadido unos arcos de hormigón y mampostería, y la piedra estaba toda encalada. La dejamos limpia con un chorro de arena a presión. Se limpió todo sin pensar en el restaurante de abajo. Para ver el aljibe había que subir al techo. César subió y dio la idea de conectar el bar con el museo por el aljibe, perforando el muro de 4 metros. Después lo acabó don Francisco Gómez”.

“El pavimento que está delante es de un croquis que me hizo César. Aprovechamos los adoquines del muelle viejo y los compramos. Después vino la idea de quitar el aljibe que estaba al lado del castillo, que parecía un cementerio, y ponerlo donde está ahora. César me hizo numerar todas las piedras y las pusimos tal cual en el sitio nuevo. Y dentro también está el aljibe, con la misma medida. Primero César hizo un dibujo de la idea y don Eduardo Cáceres lo pasó a los planos”.

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