SECTOR PRIMARIO

La receta de SAT El Jable: trabajar juntos y unir los recursos disponibles

SAT El Jable
SAT El Jable

No abundan las organizaciones de este tipo en Lanzarote, una isla muy dada al individualismo, así que pongámosla en valor en el Día Internacional de las Cooperativas

La receta de SAT El Jable: trabajar juntos y unir los recursos disponibles

Para la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) El Jable, “Lanzarote es lo que comemos”. Es otra manera de mirar a una isla que necesita corregir su rumbo y avanzar rápidamente por la senda del desarrollo sostenible. Ante esta realidad, la aportación de SAT El Jable, este singular proyecto colectivo de agricultores y agricultoras ecológicos, consiste en conservar los ecosistemas agrarios de secano que producen batatas, cebollas, calabazas, papas o legumbres, entre otros productos.

Ver más allá de los intereses particulares

SAT El Jable es una asociación de productores y productoras agrarios que han decidido unirse y organizarse bajo reglas democráticas y cuya gestión busca el interés común, tanto de las personas asociadas cuanto de la propia agricultura y de la isla. No abundan las organizaciones de este tipo en Lanzarote, una isla muy dada al individualismo, así que parece oportuno ponerla en valor con motivo del Día Internacional de las Cooperativas.

La isla contó en el pasado con cierto tejido basado en las cooperativas, pero acabó desmoronándose por variadas razones y cada cual optó por hacer de su capa un sayo. No obstante, algunas personas han sido capaces de sobreponerse para ver más allá de sus propios intereses particulares, al apreciar las ventajas de la cooperación frente a la competencia pura y dura. Esta es la razón de ser de SAT El Jable, que da cobijo a productores y productoras ecológicos que hasta entonces operaban dispersos y por su cuenta.

Producir alimentos de forma responsable

SAT El Jable ha impulsado el desarrollo de la agroecología en la isla, beneficiando a sus integrantes, al propio sector, a la población, al paisaje agrario y a la biodiversidad. La clave está en que cada avance que se registra en cada una de las personas asociadas favorece al colectivo, expande la agricultura ecológica y supone un paso adelante, real y tangible, hacia la sostenibilidad del sistema insular. En SAT El Jable hacen lo mismo que los pioneros del cooperativismo y consiste en trabajar juntos y unir los recursos disponibles para mejorar las condiciones en su actividad.

Producir alimentos de forma responsable, hoy día, significa utilizar métodos ecológicos. Estas prácticas dan lugar a alimentos sanos y son beneficiosas para la salud porque, entre otras razones, no usan productos ni agua de mala calidad que dañen los suelos fértiles. Pero una agricultura responsable necesita consumidores de alimentos que sean, asimismo, responsables y que valoren y remuneren adecuadamente aquel esfuerzo.

“Lanzarote es lo que comemos”

Los tesoros de la gastronomía isleña tienen mucho que ver con los ecosistemas en los que se cultivan estos alimentos, es decir, con las prácticas tradicionales que son, en esencia, profundamente ecológicas y dibujan sutiles lazos identitarios a través de los diversos paisajes agrarios. De aquí brotan alimentos de extraordinaria calidad y que cada vez son más apreciados y demandados, proporcionando ingresos adecuados a los agricultores y agricultoras.

Si “Lanzarote es lo que comemos” y cada vez más va a ser lo que comemos, además de cómo nos asentamos en el territorio y cómo nos movemos, hay que ponerse a pedir batatas de San Bartolomé, calabazas de Soo, lentejas de Teseguite, chícharos de Tinajo o papas de Los Valles. Hay que ponerse a reclamar productos agroecológicos de secano porque, además de sabrosos, garantizan la soberanía y la seguridad alimentaria. Lo bueno de todo esto es que al medio ambiente y al paisaje agrícola los coge de camino.

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