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El viejo edificio de Correos muta de cartas y sellos a Museo del Mar

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El viejo edificio de Correos y Telégrafos de Arrecife dejó de prestar sus servicios hace varios años y ahora será adquirido por el Cabildo para destinarlo a Museo del Mar

El viejo edificio de Correos muta de cartas y sellos a Museo del Mar

Hace unos días, durante la presentación del proyecto de presupuesto del Cabildo para 2023, la presidenta anunció la adquisición de dos inmuebles con valores patrimonial situados en Arrecife.  Se trata de la antigua sede de Correos, en la Marina, y la casa de los Cabrera, en la calle Pérez Galdós, cuya conservación quedará asegurada mediante su apertura y uso público. El antiguo edificio de Correos acogerá el Museo del Mar.

Las obras del edificio de Correos y Telecomunicación (Telégrafos y Estación Costera) se entregan en octubre de 1959. El crédito para la adquisición de un solar situado junto al Casino, la actual Casa de la Cultura Agustín de la Hoz, se había concedido en 1953, y en septiembre se autorizaba la compra mediante una Orden del Ministerio de la Gobernación que publica el Boletín Oficial del Estado. Sin embargo, hubo que esperar cuatro años más para que se permitiera la construcción, con un presupuesto cercano a los cinco millones de pesetas.

UN MURAL DE JEAN PIERRE HOCK

El inmueble, de tres plantas, sótano y torreón anexo, “es de modernísimas líneas arquitectónicas, con estilo sobrio y elegante, que dice mucho en favor de los técnicos que la proyectaron y de la empresa constructora”, según relatan las crónicas de la época. Las obras fueron ejecutadas por la sociedad anónima de Pedro Elejabeitia, responsable asimismo de la construcción del Parador Nacional de Turismo, en desuso como tal desde hace muchísimos años.

Unos meses antes de su apertura, en julio de 1959 Jean Pierre Hock inauguraba una exposición en la desaparecida pensión La Vasca, situada en la Avenida de la Marina. En la muestra se exhibieron las obras realizadas por el artista belga tras dos meses de estancia en Lanzarote, destacando las pinturas murales con motivos isleños que elaboró para la citada pensión, para el vestíbulo de la primera terminal del aeropuerto y para el propio edificio de Correos, que en aquel momento se encontraba en construcción.

QUEJAS POR MAL FUNCIONAMIENTO

En mayo de 1960 se anunció que “con toda tranquilidad se puede depositar correspondencia en los buzones del nuevo edificio ya que, diariamente, se hace una recogida”. Las tareas de los trabajadores que prestan el servicio van en aumento con el despegue turístico de la isla, llegándose a agradecer, en junio de 1970, la labor desempeñada por Juan Hernández Hernández, a quien le fue impuesta la Medalla de Plata al Mérito Postal. A este cartero urbano, natural y vecino de Arrecife, le fueron reconocidos los “muchos y ejemplares servicios prestados al público a plena satisfacción de sus superiores durante los casi 40 años que lleva desempeñando el cargo”.

En los años ochenta del siglo XX, debido al fuerte crecimiento turístico y económico y la explosión demográfica, se constató que las dependencias de Correos y Telecomunicaciones ya no respondían a la creciente demanda, por lo que a lo largo de la década son constantes las quejas por el mal funcionamiento del servicio, hasta que llegó el traslado a las nuevas instalaciones. Desde entonces, aquel viejo edificio, que fue durante varios decenios el templo de la comunicación en la ciudad, cerró sus puertas sin cometido alguno, pero ahora se apresta a cumplir una nueva función para la ciudad de Arrecife.

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