LUGARES

Castillo de Santa Bárbara, el museo de los piratas cierra ocho meses por obras

El castillo de Santa Bárbara se alza sobre la montaña de Guanapay; ayer albergó el Museo del Emigrante Canario y hoy el Museo de la Piratería.

Cerrado por reformas durante ocho meses. Sobre la montaña de Guanapay se alza el castillo de Santa Bárbara. Estuvo muchos años sin uso hasta que albergó el Museo del Emigrante Canario. Hoy es el Museo de la Piratería. Su contenido histórico es muy interesante, ya que se informa de lo sucedido durante cuatro siglos de piratería en Lanzarote y las Islas Canarias. El Ayuntamiento de Teguise ha anunciado que está a punto de comenzar la rehabilitación de la fortaleza.

El Ministerio de Fomento aporta 691.457 euros con cargo al Programa del 1,5% Cultural
El proyecto de rehabilitación ha sido adjudicado a una empresa especializada en restauración de monumentos históricos-artísticos por un importe de 761.031 euros.  De ellos, el Ministerio de Fomento del Gobierno de España aporta 691.457 euros con cargo al Programa del 1,5% Cultural. Dicho programa es la principal herramienta del Estado para garantizar la conservación y promover el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran.
 
Estratégicamente situado en la cima de la montaña de Guanapay, junto a la Villa de Teguise, el castillo de Santa Bárbara y San Hermenegildo cumplió históricamente una función defensiva de la antigua capital de la isla, sobre todo de los constantes ataques de los piratas. Data del siglo XVI y, tras ser restaurado en tiempos recientes, acogió hasta 2011 el Museo del Emigrante Canario. Años después modificó contenidos y se pasó de la emigración a la piratería. 
 
Por ser Canarias un archipiélago situado en la encrucijada de las rutas americanas hacia Europa, fue desde el descubrimiento de América un escenario propicio para la piratería internacional. La información que exhibe el Museo de la Piratería se acompaña de variados elementos expositivos, como las armas y banderas que se utilizaban en la época, o las vestimentas de las milicias locales y de los piratas. El Museo de la Piratería es realmente un centro de interpretación de conquistadores, corsarios y piratas que han estado relacionados con la historia de Canarias.
 
Los nombres de John Hawkins, Francis Drake o Robert Blake están recogidos en el museo
El contenido y el equipamiento del museo tiene un marcado carácter lúdico, lo que lo hace muy atractivo para los niños. Ante tantos ataques de piratas y corsarios, hubo que levantar un refugio inexpugnable. Así que el castillo no solo tuvo la misión de ser atalaya desde la que avistaban los peligros piráticos venidos del mar, sino que sus dependencias sirvieron de refugio a la población, entre otros usos.
 
El museo se divide en dos bloques temáticos, uno sobre piratería en Teguise y Lanzarote, y otro sobre la piratería internacional en Canarias En la primera sala una maqueta del  casco urbano de Teguise muestra el poder político, militar y religioso de la antigua capital insular. Aquí residía la mayoría de los pobladores de la isla, por lo que sufrieron durante siglos las correrías de invasores que venían, sobre todo, en busca de esclavos. Una segunda sala se detiene en los más importante saqueos que conoció Lanzarote en la segunda mitad del siglo XVI y el primer tercio del XVII. La Sala de Oficios en Teguise muestra mediante cómics, caricaturas y pequeñas esculturas el tipo de población de aquella época.
 
Los reconocidos nombres de John Hawkins, Francis Drake o Robert Blake están recogidos en el museo. La sala de armas exhibe reproducciones de pistolones, sables y cañones que usaban los piratas, así como una maqueta de un antiguo galeón español del siglo XVIII con 106 cañones. Con la desaparición de los ataques corsarios a inicios del siglo XIX, desaparece totalmente todo valor estratégico del baluarte. En 1913 se cede al Ayuntamiento de Teguise y goza de la declaración de Patrimonio Histórico-Artístico.