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César Manrique en Haría, una casa ajena al centenario

Fotos: FCM.

En el palmeral de Haría transcurrieron los últimos años de vida de César Manrique; su Casa Museo muestra el lado más íntimo del artista y parece estar ajena al centenario.

Situada en el pueblo de Haría, la Casa Museo César Manrique muestra la vivienda y el taller en los que el artista trabajó y pasó los últimos años de su vida. Tras sus puertas se encuentra un mundo verdaderamente singular que permite acercarse al lado más humano del artista. Este espacio de recogimiento e intimidad parece estar ajeno a los actos de conmemoración del centenario de su nacimiento.
 
El conjunto permanece prácticamente inalterado de la situación en que se encontraba en el año 1992, cuando falleció Manrique. La Casa Museo ofrece la posibilidad de conocer y recorrer su última morada a través de una propuesta museográfica respetuosa con los valores personales de la casa, que mantiene la ambientación original, proporcionando una experiencia única. Abrió al público en 2013.
 
En medio del extraordinario palmeral del valle el artista encontró la tranquilidad y el contacto con la naturaleza que tanto apreciaba. Este fue su refugio desde el año 1988, cuando trasladó su residencia de Taro de Tahíche a su nuevo hogar, construido y decorado por él mismo.
 
La residencia de Haría apoya su personalidad en el buen gusto y la interacción pacífica con el entorno
Las razones por las que Manrique escogió Haría como lugar de residencia fueron recogidas con profusión por los medios de la comunicación de la época. Al cumplir 69 años declaró: “Quería construir una casa más campesina, más auténtica con la tradición arquitectónica de Lanzarote y he elegido el enclave del valle de Haría porque aquí puedo desarrollar una vida más armónica y tranquila”. 
 
El artista levantó su nueva casa y estudio en una finca agrícola ubicada en un lugar privilegiado para la observación y disfrute del valle. La vivienda la construyó sobre una anterior casa en ruinas de la que aprovechó paredes y materiales. Tanto la tipología cuanto el espacio y el carácter de esta segunda casa son bien distintos a los de Taro de Tahíche. Más íntima y acogedora, la residencia de Haría apoya su personalidad en el buen gusto y la interacción pacífica con el entorno histórico y natural, renunciando a la espectacularidad.
 
En el taller se muestra el escenario original donde pintaba diariamente
Mediante el lenguaje de la arquitectura tradicional, aunque tamizado desde una visión moderna, lo estético y el confort sobresalen en la casa, que el artista concibe para ser vivida. A través de dos patios se accede a un sorprendente mundo de pertenencias personales, utensilios, obras de arte, objetos encontrados y piezas artesanales a los que Manrique dotó de función estética. La exuberante vegetación exterior e interior contribuye a proporcionar ambientes serenos y acogedores. 
 
El taller se encuentra aislado de la vivienda en un extremo de la finca y está semienterrado para amortiguar su impacto visual. En el taller se muestra el escenario original donde pintaba diariamente, rodeado de pigmentos, mesas con dibujos, caballetes y cuadros inacabados, conservados tal y como el artista los dejó al fallecer. Impresiona escuchar aquí una pieza de audio con su voz hablando de su infancia y de su obra creativa.
 
Hace unos años, el Ayuntamiento norteño acordó denominar la Calle de Malpaso con el nombre de César Manrique, una vía importante que accede a los centros educativos y deportivos de la localidad, así como a la propia Casa Museo.

Casa Museo César Manrique Haría

La Casa Museo abre todos los días, de mañana y de tarde, en horario corrido.
 
HORARIO:
Todos los días (festivos incluidos)
de 10:30 h a 18:00 h
Cierre de taquilla: 17:30 h
El desalojo comenzará a las 17:50 h
La Casa-Museo permanecerá cerrada el 1 de enero
 
TICKETS:
Entrada: 10 €
Niños hasta 12 años: 1 €
Combinado dos entradas
Casa-Museo (Haría) + Fundación César Manrique (Tahíche): 15€
 
ADQUISICIÓN:
Casa-Museo (Haría)
Fundación César Manrique (Tahíche)