Medio marino

Las ballenas que merodean las aguas de Lanzarote esperan por un santuario

Instalación del esqueleto ballena rorcual tropical en el Charco, en las cercanías de las Cuatro Esquinas.
Instalación del esqueleto ballena rorcual tropical en el Charco, en las cercanías de las Cuatro Esquinas.

En el planeta hay pocas zonas oceánicas que alberguen una riqueza de cetáceos semejante a la de las aguas de sotavento de Lanzarote y Fuerteventura

Las ballenas que merodean las aguas de Lanzarote esperan por un santuario

Hay pocas zonas oceánicas en todo el planeta que alberguen una riqueza de cetáceos semejante a la de las aguas de sotavento de Lanzarote y Fuerteventura. En este pequeño trozo del Atlántico oriental se concentra una de cada tres especies conocidas de cetáceos. Por variedad y cantidad de ejemplares, estas aguas son un verdadero paraíso natural de mamíferos marinos, pero carece de protección alguna, lo que se convierte en una asignatura pendiente de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote y el Archipiélago Chinijo.

El 18 de febrero se conmemora el Día Mundial de las Ballenas, por lo que esta jornada permite recordar que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) viene reclamando desde hace años y sin éxito que se cree un santuario internacional de cetáceos en estas aguas. El WWF propuso la creación de un área marina protegida, retomando para ello una propuesta científica de área de protección que el Ministerio de Medio Ambiente maneja desde 2011.

PRESENCIA DE 30 ESPECIES DE CETÁCEOS

La Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC) ha comprobado la presencia de 30 especies de cetáceos pertenecientes a siete familias, lo que supone la tercera parte de las especies descritas en el planeta. Esto hace de las Islas Canarias una de las regiones con mayor diversidad de cetáceos del Atlántico Norte, especialmente de especies oceánicas raras y poco conocidas globalmente. Las aguas de Lanzarote y Fuerteventura son un punto de elevada diversidad de cetáceos, ya que están presentes 28 de las 30 especies avistadas en el archipiélago canario.

Como el resto de los mamíferos, son animales de sangre caliente, respiran aire atmosférico, dan a luz y amamantan a sus crías con leche segregada por las glándulas mamarias. Establecen fuertes lazos sociales, prefieren asociarse con otros, pueden reconocerse después de periodos de separación, los lazos entre una madre y su cría son duraderos, en caso de enfermedad o heridas se ayudan unos a otros, tienen la capacidad de aprender el lenguaje de los símbolos y tienen personalidades distintas. Son asombrosos, además de fascinantes.

TUVIMOS UN MUSEO DE CETÁCEOS

Aquí se puede ver al cachalote pigmeo (‘Kogia breviceps’), cachalote enano (‘Kogia sima’) o la orca (‘Orcinus orca’). De esta última debe anotarse que las que se ven en Canarias se alimentan de atunes. También se encuentra el imponente cachalote (‘Physeter macrocephalus’). Los machos miden hasta 18 metros de longitud, pesan 57.000 kilogramos y es una especie frecuente en estas aguas durante todo el año, sobre todo en manadas de hembras adultas con animales jóvenes y crías.

Tuvimos un Museo de Cetáceos de Canarias, que permaneció abierto en Puerto Calero durante varios años bajo la dirección de Vidal Martín. Desde entonces, lo más cerca que estamos de los cetáceos obedece a la presencia de un esqueleto de rorcual de 11 metros de longitud situado, a modo de escultura, en la lámina de agua del Charco de San Ginés más cercana a las Cuatro Esquinas.

Varias empresas organizan excursiones para avistar cetáceos en Lanzarote, ya que se pueden observar en su hábitat natural prácticamente durante todo el año. Esta actividad se encuentra estrictamente regulada por el Gobierno de Canarias, por lo que es obligatorio respetar un código de conducta para evitar un impacto negativo sobre los animales.

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