Conferencia Mundial de Turismo Sostenible +30

Lanzarote profundiza en los retos del “overtourism” en la Conferencia de Turismo Sostenible +30

Lanzarote profundiza en los retos del “overtourism” en el primer bloque de la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible +30
Expertos de Madrid, Cataluña, Baleares y Lanzarote analizan impactos, soluciones y nuevos modelos de gestión ante la presión turística

El primer bloque temático de la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible +30, celebrado este viernes en Jameos del Agua, reunió a representantes de algunos de los destinos más visitados de España para abordar desde diferentes perspectivas el fenómeno del “overtourism”, sus impactos y las soluciones que se están aplicando para avanzar hacia modelos turísticos más sostenibles y equilibrados. 

La sesión estuvo precedida e introducida por el meteorólogo y divulgador Mario Picazo, maestro de ceremonias del acto, quien conectó el debate con la singularidad de Lanzarote y el legado de César Manrique, destacando que “la sostenibilidad solo es real cuando protege lo que amamos y garantiza calidad de vida a quienes habitan los destinos”.

Picazo situó el marco conceptual del bloque recordando que los destinos de todo el mundo están enfrentándose al reto de equilibrar la creciente demanda turística con la preservación del territorio y el bienestar de las comunidades locales. En sus palabras, “la presión sobre los destinos nos obliga a hacernos preguntas difíciles: cómo gestionar flujos, cómo equilibrar expectativas y cómo garantizar que el turismo siga siendo fuente de prosperidad sin comprometer lo esencial”. Con esa reflexión dio paso a la mesa moderada por Cristina Núñez, directora de Estrategia de NECSTouR, que subrayó la necesidad de reforzar la gobernanza, medir adecuadamente los impactos y “poner la voz de los territorios en el centro de las decisiones”.

Qué es el “overtourism” 

Durante el bloque, las intervenciones coincidieron en definir el “overtourism” como la concentración excesiva de visitantes en determinados espacios y momentos, generando efectos negativos en infraestructuras, ecosistemas, vivienda y convivencia social. También se señaló que se trata de un fenómeno complejo que exige planificación territorial, regulación específica, políticas públicas basadas en evidencia y estrategias de marketing orientadas a reequilibrar flujos y diversificar el producto turístico.

Desde la Comunidad de Madrid, Aránzazu Urbina resaltó la importancia de la gobernanza participativa para responder a los desequilibrios entre zonas saturadas y zonas con capacidad para acoger más visitantes. Subrayó que “equilibrar no es repartir turistas, es garantizar que el desarrollo turístico sea coherente con las necesidades del territorio y con la calidad de vida de la población residente”.

Por parte de la Generalitat de Cataluña, Xavier Font compartió resultados de las medidas implantadas en los últimos años, destacando que están comenzando a observar “cambios positivos y medibles” gracias a nuevas herramientas de planificación, límites consensuados y estrategias de diversificación que reducen la presión en determinados puntos del territorio.

El representante de Islas Baleares, Miguel Ángel Rosselló, explicó cómo el archipiélago está transformando su estrategia turística hacia un modelo que prioriza la desestacionalización, la gestión de capacidades y el equilibrio interinsular. Señaló que “ya no basta con medir volúmenes: ahora debemos medir valores, impactos y calidad”.

Y por parte de Lanzarote, como destino anfitrión, Héctor Fernández, consejero delegado de SPEL-Turismo Lanzarote, expuso la apuesta histórica de Lanzarote por un modelo de sostenibilidad anclado en la acción climática, la planificación responsable y la integración de políticas que conectan movilidad, territorio, vivienda y gestión turística. “La clave está en que el turismo no sea un elemento aislado, sino parte de un proyecto de isla que proteja su identidad y garantice su futuro”, señaló.

Además, la mesa exploró respuestas desde la gestión y el marketing, el papel creciente de la colaboración público-privada-residente, las medidas para mitigar la presión sobre el territorio -desde límites a la capacidad de carga hasta estrategias de dispersión de visitantes- y la necesidad de avanzar hacia indicadores que midan bienestar, huella ecológica y calidad de vida, más allá de las cifras tradicionales de pernoctaciones y gasto.

El bloque finalizó con una síntesis que destacó un mensaje común: la sostenibilidad solo es viable cuando se basa en datos, planificación y un diálogo continuo entre administraciones, empresas y ciudadanía. Mario Picazo regresó al escenario para agradecer las aportaciones de los ponentes, destacando que “la gestión turística del futuro ya no se mide en términos de crecimiento, sino de equilibrio y resiliencia”, antes de dar paso al siguiente bloque de la jornada.