MEDIO AMBIENTE

El Parque Nacional de Timanfaya está a un solo año de cumplir los 50

Montañas del Fuego. PN de Timanfaya.
Montañas del Fuego. Parque Nacional de de Timanfaya.

Para entonces, debería estar totalmente operativo el nuevo régimen de acceso a las Montañas del Fuego con el fin de acabar con las largas y perniciosas esperas

El Parque Nacional de Timanfaya está a un solo año de cumplir los 50

El Parque Nacional de Timanfaya se encuentra a un solo año de cumplir los 50. Por lo tanto, es presumible que en 2024 se programen y desarrollen un conjunto de actividades para conmemorar la efeméride. Sus 51 kilómetros cuadrados de superficie ocupan en realidad una parte, donde sucedió la actividad más importante, de los 174 kilómetros cuadrados afectados por las erupciones volcánicas acaecidas entre 1730 y 1736 y, más tarde, en 1824.

Se trata de un paisaje volcánico original, que se encuentra prácticamente inalterado y es un auténtico laboratorio de investigación para procesos de colonización de la fauna y la flora. Estas excepcionales características dieron lugar a que, en el año 1974, fuera declarado Parque Nacional, siendo el único de la red española de carácter geológico.

Una propuesta de delimitación polémica

El proceso se inició formalmente en marzo de 1974, cuando el director del extinto Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) solicitó al Ministerio la declaración de un Parque Nacional en Timanfaya, iniciándose un período de información pública del informe que fundamentaba la petición.

Realizado por el ingeniero de Montes Juan Nogales Hernández, el estudio había sido encargado un año antes y abordaba la historia del volcanismo y las condiciones físicas, geológicas, botánicas y faunísticas del espacio, así como el entorno socio-económico, el régimen de propiedad y una propuesta de delimitación, que resulto polémica desde el primer momento.

‘Guía de visita del Parque Nacional de Timanfaya’

La historia de la declaración viene recogida en la Guía de visita del Parque Nacional de Timanfaya (2005), redactada por Esperanza Martínez Puebla, Jesús Prieto Ruiz y Aurelio Centellas Bodas. Los autores cuentan que el proceso comienza en 1973 a partir de una casualidad. El entonces presidente del Cabildo, José Ramírez Cerdá, “recibe una postal del entonces jefe del Puerto de Las Palmas que acababa de visitar un Parque Nacional de Nuevo México, cuyo paisaje tenía ciertas similitudes con Timanfaya: una zona árida sin apenas vegetación”. Ramírez considera que las Montañas del Fuego no son menos y ordena iniciar los trámites.

Al poco, ICONA-Canarias lleva a cabo una gran consulta pública a autoridades provinciales y locales, además de múltiples sociedades cívicas y asociaciones ecologistas, de las que se obtuvo su apoyo y adhesión a la declaración. En esta etapa de consulta, el Cabildo, además de su respaldo, reivindicó sus derechos adquiridos sobre la explotación de los servicios turísticos, que le fueron respetados. Con el Decreto de 9 de agosto de 1974, publicado en el Boletín Oficial del Estado el 17 de septiembre del mismo año, Timanfaya adquiere la categoría de Parque Nacional.

La declaración garantiza la protección de la flora y fauna

Cuando Timanfaya es declarado Parque Nacional, las Montañas del Fuego llevaban seis años operando formalmente dentro de la red de Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote, aunque su trayectoria como enclave turístico es muy anterior y se consolida en la década de los cincuenta del siglo XX. En 1968 se construye la Ruta de Los Volcanes, la carretera que discurre por el corazón de las Montañas, y en el Islote de Hilario se edifica el restaurante El Diablo y la plataforma para el aparcamiento de vehículos, a la vez que se habilitan las instalaciones de exhibición de las anomalías geotérmicas de fuego y agua.

La declaración Parque Nacional garantiza la protección de la valiosa flora —invasora vinagrera mediante— y fauna que lo habita. Dentro de un año será un parque cincuentón y, para entonces, debería estar totalmente operativo el nuevo régimen de acceso a las Montañas del Fuego con el fin de acabar con las largas y perniciosas esperas y en el que no tendría cabida el vehículo particular. El compromiso es inaplazable.

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