Movilidad

La Avenida de Arrecife se abre cada vez más al tráfico de automóviles privados

Avenida de Arrecife
Avenida de Arrecife

La ciudad, que aloja al 41 por ciento de la población de la isla, dispone de un transporte público incalificable y se ahoga en coches

La Avenida de Arrecife se abre cada vez más al tráfico de automóviles privados

La Avenida de Costa Teguise está cerrada al tráfico de automóviles privados y lo mismo pasa en Playa Blanca. Ese parece ser el futuro inmediato de la Avenida de Puerto del Carmen. Los coches particulares no circulan en la primera línea peatonal de Caleta del Sebo u Órzola, y ese parece ser el sino de localidades como Arrieta o Punta Mujeres. Esa es la tendencia general en todos lados, menos en Arrecife.

No deja de ser curioso que la capital vaya contracorriente, ya que el Plan de Movilidad Sostenible Urbana de Arrecife (PMUSA) propone a medio plazo el cierre de la Avenida Marítima al tráfico, salvo el de servicio, como taxis, los residentes y el transporte público. Pero, antes, es preciso mejorar la circulación en el resto de la ciudad. Para ello, el PMUSA plantea reordenaciones de los sentidos de circulación en el centro, configurando unos corredores transversales interiores que compensarán el cierre de la Avenida, cuando este se produzca.

PARTICIPACIÓN Y CONSENSO

Para saber si esto se va a producir, habrá que dar un margen de confianza al nuevo grupo de gobierno municipal. En todo caso, el PMUSA asegura que la difícil trama urbana de Arrecife “hace que cualquier medida de cambio de sentidos de circulación deba tomarse tras un estudio detallado y un proceso de participación y consenso que evite la aparición de efectos negativos no deseados”.

El Plan analiza los flujos de tráfico transversales, de Este a Oeste y de Oeste a Este. La situación actual del itinerario transversal de Oeste a Este se caracteriza por una confluencia de todos los tráficos en las calles La Inés y Cienfuegos, con unos 6.000 vehículos al día. Además, ese flujo es tangente a la parte más interior del Charco de San Ginés.

APERTURA PARCIAL DE LA AVENIDA AL TRÁFICO

La relación desde el naciente al poniente, en cambio, “no presenta ningún acceso por la trama interior, salvo hipotéticos recorridos tortuosos con multiplicidad de giros a la izquierda y a la derecha sucesivos que, en la práctica, son irreales”. A la vista de esta situación y mientras no se materialicen las medidas necesarias para mejorar esa permeabilidad transversal, el PMUSA propuso la apertura parcial de la Avenida al tráfico en un solo sentido y con un límite de velocidad de 20 km/h. Y eso fue lo que ocurrió, aunque se hace la vista gorda con la circulación Este-Oeste, que está prohibida.

La apertura parcial de la Avenida debía permitir, al mismo tiempo, la adopción de medidas en todos los ámbitos, eso sí, basadas en la transparencia y la comunicación. Entre dichas medidas, se cita cambios en los sentidos de circulación que permitan la configuración de dos corredores internos de conexión en el sentido de Este a Oeste y de Oeste a Este; señalización clara de los accesos a los aparcamientos mostrando aforos a distancia; mejora de la habitabilidad del espacio urbano y del atractivo comercial de la Avenida; o progresos del servicio de Lanzadera.

CIERRE DEFINITIVO DE LA AVENIDA AL TRÁFICO

“Una vez analizadas detalladamente y comunicadas las medidas propuestas, adaptando los detalles como sea conveniente, se podrá cerrar nuevamente al tráfico la Avenida, siguiéndose con las medidas necesarias”, señala el PMUSA. La imagen final que vislumbraba sería de reordenaciones puntuales de los sentidos de circulación en el centro, configurando unos corredores transversales interiores que compensarán el cierre de la Avenida en su día, pero que no deben ser atractivos para tráficos presentes, cuya canalización natural debe ser la Rambla Medular.

La imagen final también incluye la mejora de la capacidad de la Rambla Medular y mejoras en la guagua que atiende la Avenida, la desaparecida Lanzadera, que mejore los accesos desde dos futuros aparcamientos situados en los dos extremos de la Rambla, uno cerca de la sede del Cabildo y el otro cerca de la Cofradía de Pescadores. La imagen concluye con la protección del frente litoral con cierre definitivo de la Avenida al tráfico rodado, excepto el de vehículos de servicio, residentes, taxis y transporte público.

ARRECIFE SE AHOGA EN COCHES

En definitiva, para cerrar la Avenida al tráfico privado habría que conseguir, previamente, una elevada permeabilidad transversal gracias a dos corredores complementarios, con la Rambla Medular orientada a los flujos más largos, un corredor interno que atendería las entradas y salidas hacia y desde el centro y, por último, una elevada accesibilidad de la zona comercial, obtenida por dos medios complementarios. El primero sería una renovada línea de guagua desde los dos intercambiadores situados en los extremos de la Rambla (Lanzadera con frecuencia, fiabilidad, accesibilidad, etc.), y, el segundo, un cordón de aparcamientos de fácil acceso.

La ciudad, que aloja al 41 por ciento de la población de la isla, dispone de un transporte público incalificable y se ahoga en coches, mientras el debate social, político y medio ambiental sobre la movilidad motorizada ha quedado incomprensiblemente constreñido a la autovía del aeropuerto.

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