Espacio público

La red de espacios peatonales en Arrecife “es prácticamente inexistente”

Arrecife
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No obstante, el Estudio de la Movilidad asociado a la Revisión del PGOA considera que existen posibilidades de desarrollo de una red peatonal “de calidad” en la ciudad

La red de espacios peatonales en Arrecife “es prácticamente inexistente”

La red de espacios peatonales en Arrecife “es prácticamente inexistente”. Esta afirmación la hace el Estudio de la Movilidad asociado al Plan General de Ordenación de Arrecife (PGOA), que se encuentra en fase de redacción, con carácter supletorio, por el Gobierno de Canarias. El citado Estudio solo salva “la zona comercial del casco y el paseo marítimo, los peatonales que bordean el Charco de San Ginés y la Rambla Medular”. Todo lo demás es un erial para las personas que se desplazan a pie.

El Estudio de la Movilidad también es muy crítico con otras cuestiones. Una, la distribución del espacio disponible en la sección transversal de las vías “es manifiestamente desproporcionado a favor del vehículo rodado y en contra del peatón”, especialmente en el casco. Dos, no existe una correlación clara entre el tipo de vía y la sección de la acera. Y tres, la red peatonal es discontinua, obligando al usuario a cruces de calzada obligados e incluso a cambiar de acera o calle.

CRÍTICAS LA ANCHURA DE LAS ACERAS

El siguiente varapalo tiene que ver con la anchura de las aceras. En las vías con tráfico rodado, “cuando existen, es generalmente escasa” y no se cumplen los mínimos de accesibilidad que establece la ley. Asimismo, detecta escasez de dotación de vegetación en las vías públicas. A pesar de estas críticas, el equipo redactor considera que existen posibilidades de desarrollo de una red peatonal “de calidad”, dado el potencial que alberga Arrecife.

El equipo redactor apunta que la creación de una red de itinerarios peatonales en Arrecife debe atender a una serie de criterios.  Seguridad, porque nadie quiere caminar en calles que parezcan peligrosas, poco iluminadas, con elevados ruidos, ni con coches que circulan a gran velocidad. Comodidad, porque las vías deben ser funcionales, suficientemente amplias, que no haya que descender hasta la calzada continuamente por la presencia de obstáculos, con sombra en verano y bien diseñadas, incluso visualmente.

CARRILES BICI: AISLADOS, INCONEXOS…

Además, añaden tres criterios más. Accesibilidad para todo tipo de usuarios, especialmente aquellos con movilidad reducida y otras discapacidades. Conveniencia, es decir, deben estar dotadas de servicios para el caminante. Y hospitalidad, que quiere decir que debe contener información sobre la ciudad y sus servicios, asientos adecuados y contar con vegetación.

Con las bicis, el diagnóstico tampoco se queda corto. Los carriles bici existentes están aislados, inconexos y sin continuidad. Los desplazamientos en bicicleta tienen un uso deportivo casi exclusivo. Asimismo, en estos itinerarios hay una escasa dotación de vegetación. Y concluye que la discontinuidad entre los carriles bici existentes, así como la escasez de espacio reservado para la bici, hacen poco atractivos los desplazamientos en este modo de transporte. Sin embargo, afirma que una buena ordenación del viario y la reserva de espacio pueden hacer que se incremente el uso del transporte en bicicleta.

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