Nueva Canarias reclama "límites al desarrollismo turístico y defensa del pueblo lanzaroteño"
Nueva Canarias ha reclamado la necesidad de establecer límites claros al modelo de desarrollismo turístico en Lanzarote y Canarias, planteando una hoja de ruta con medidas concretas, como paralizar nuevas licencias y autorizaciones turísticas sin claridad
Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) ha reclamado hoy la necesidad de establecer límites claros al modelo de desarrollismo turístico en Lanzarote y Canarias, alineándose con las reivindicaciones expresadas por la ciudadanía en las sucesivas movilizaciones bajo el lema “Canarias Tiene Un Límite”. La formación canarista advierte de que "el actual ritmo de crecimiento turístico pone en riesgo la sostenibilidad ambiental, el acceso a la vivienda y el bienestar social de la población residente".
“Lanzarote necesita un turismo compatible con la vida de su gente, con sus recursos y con su territorio. No podemos seguir ampliando la huella turística sin control mientras la ciudadanía soporta el encarecimiento de la vivienda, la precariedad laboral y la dependencia absoluta del monocultivo turístico”, señalan desde NC-bc.
La organización denuncia que "los nuevos proyectos hoteleros en distintos puntos de Canarias confirman un patrón de desarrollismo sin límites que se repite en Playa Blanca, Costa Teguise y Puerto del Carmen con nuevos proyectos urbanísticos y hoteleros que presionan sobre un suelo ya tensionado, y en municipios donde el crecimiento ha superado la planificación social y ambiental; o Cuna del Alma (Adeje, Tenerife), que simboliza la imposición de megaproyectos sobre espacios de alto valor cultural y natural, frente a la oposición social y científica".
“Estos casos demuestran que no se trata de proyectos aislados, sino de una estrategia de expansión sin límites que ignora los llamados de la sociedad y las advertencias ambientales”, afirmó Nueva Canarias.
NC-bc plantea una hoja de ruta con medidas concretas como una moratoria turística insularizada: paralizar nuevas licencias y autorizaciones turísticas mientras no existan evaluaciones claras de capacidad de carga, impacto social en la vivienda y sostenibilidad hídrica y energética.
"Por otro lado, la implementación de una tasa turística finalista: los ingresos se destinarán de manera obligatoria a la protección del territorio, conservación del patrimonio natural y cultural, y la financiación de servicios públicos tensionados por la presión turística", señala la agrupación turística.
NC-bc sostiene que "la defensa del territorio y el derecho a una vida digna no son frenos al desarrollo, sino condiciones para garantizar un futuro sostenible para Lanzarote y Canarias".
“El mensaje que la ciudadanía ha gritado en las calles en estos últimos años es claro y contundente: Canarias tiene un límite. Y ese límite lo marca su gente, su fragilidad ambiental y su capacidad real para sostener un modelo desarrollista que ya muestra síntomas de agotamiento”, argumentan los canaristas, que recuerdan “que el pueblo canario estaba primero que cualquier hotel y turista”.