PSOE
El Grupo Socialista del Cabildo de Lanzarote denuncia que la aprobación inicial de la modificación del Reglamento Orgánico del Cabildo es un traje a medida del presidente Oswaldo Betancort para impedir la asistencia de la diputada y consejera María Dolores Corujo y debilitar el control democrático de la oposición. La portavoz socialista, Ariagona González, afirmó que “no hablamos de ajustes técnicos, sino de una maniobra política que vulnera el derecho de representación de miles de lanzaroteños”.
González explicó que el Gobierno ha retorcido el artículo 72 e introducido un 72 ter para mover a conveniencia el calendario: plenos entre martes y viernes y posibilidad de adelantar o atrasar sesiones respecto al mes correspondiente. “Este cambio no busca organizar mejor; busca colocar los plenos para que Loli Corujo no pueda asistir. Es una línea roja democrática”, subrayó.
La portavoz calificó de “discriminatorio” el nuevo régimen de asistencia telemática, que solo facilita la conexión cuando se está en viaje oficial, una condición que, por definición, favorece al Gobierno y excluye a la oposición, que compatibiliza su labor con otras obligaciones. “Conceden privilegios a los suyos y niegan igualdad de condiciones a quienes fiscalizamos”, sostuvo González.
Un golpe a la transparencia
El PSOE advierte de un golpe a la transparencia: el Ejecutivo suprime la Comisión de Hacienda en la que se daba cuenta de los presupuestos de cada área y acorta los plazos de tramitación, reduciendo el tiempo para estudiar las cuentas y presentar enmiendas. “Quieren que los presupuestos pasen sin luz ni taquígrafos”, denunció González, recordando que también se elimina el tercer turno de intervención y se aplaza la respuesta a los ruegos hasta el pleno siguiente, “silenciando a la oposición y empobreciendo el debate”.
“El reglamento a dos velocidades que impulsa Betancort permitirá que sus consejeros asistan desde un aeropuerto mientras viajan oficialmente y, al mismo tiempo, expulsa de facto a representantes legítimos de la oposición del debate plenario. Menos control. Menos transparencia.. Menos democracia”, añadió.
González recordó que el Grupo Socialista tendió la mano con dos propuestas razonables y rechazadas: fijar un criterio objetivo para reubicar plenos (si no puede celebrarse el último viernes de mes, que sea el siguiente) y aprobar las declaraciones institucionales por mayoría cualificada de dos tercios para garantizar consensos en materias de interés general como igualdad, derechos LGTBI o acción climática. “Pasaron el rodillo: borraron la mayoría reforzada y mantuvieron la discrecionalidad del calendario”, lamentó.
“El mensaje es claro: no quieren debatir con la oposición, no quieren controles ni plazos para estudiar las cuentas, y sí quieren un reglamento hecho a su medida”, concluyó la portavoz, que avanzó que el PSOE no consentirá ninguna vulneración de derechos fundamentales y actuará en defensa de la representación de su electorado. “Este texto pasará a llamarse el Reglamento Orgánico de Oswaldo Betancort. Y frente a eso, nos van a encontrar firmes”.