POLÍTICA
Los retos del nuevo curso político en Lanzarote
16 de septiembre de 2019 (08:51 h.)
Las corporaciones locales afrontan una agitada e intensa temporada otoño-invierno que comienza en modo preelectoral.
La actividad política ha regresado plenamente a las instituciones públicas insulares. Es después de la festividad de Dolores cuando se reinicia el curso político en Lanzarote, aseguran los periodistas más veteranos de la isla. Con esta frase se suele aludir tanto al fin de las conspiraciones veraniegas para intentar conformar nuevas mayorías de Gobierno a través de mociones de censura, pactadas paciente y discretamente a la sombra, cuanto a la plena reincorporación a sus responsabilidades de los cargos públicos y orgánicos. Los retos que tienen por delante son enormes, como siempre.
CC ha colocado al PSOE en su particular diana y trata de seducir al PP para que rompa con los socialistas
Las corporaciones locales afrontan una agitada e intensa temporada otoño-invierno. El enfriamiento de la economía europea es un hecho y afectará a la afluencia turística, algo que ya se nota, auspiciada a la vez por el incierto resultado del debate que hay en Gran Bretaña en torno al Brexit. A esto se le suma la eventualidad de volver a convocar elecciones generales en España, una posibilidad cierta que genera incertidumbre y que, en ausencia de unos Presupuestos Generales actualizados, ahoga la financiación de la Comunidad Autónoma y estrangula el desarrollo de proyectos y la prestación de servicios por parte de los cabildos y ayuntamientos.
En este contexto, el nuevo curso político comienza en modo preelectoral. Coalición Canaria (CC) ha colocado al PSOE en su particular diana a la vez que trata de seducir al Partido Popular (PP) para que rompa con los socialistas y se lance a los brazos del nacionalismo canario conservador; unos brazos que, como muy bien saben los populares, son la mar de interesados, nada afectuosos y aprietan como tenazas. No es el momento de dejarse cortejar, piensa Astrid Pérez, quien en cambio sí se deja seducir por los socialistas, tarea que recae en la presidenta María Dolores Corujo. Ellas se entienden bien, hablan el mismo lenguaje político y se sienten muy unidas por el exceso de testosterona que pierde los bajos de Coalición. Mientras tanto, la patronal guarda silencio. Por ahora.
El presente y el futuro inmediato de la presidenta popular pasan porque Arrecife eche a andar
En el PP insular creen que no es tiempo de mudanzas ante una posible repetición de las elecciones generales, en especial para un Ayuntamiento de Arrecife enterrado en deudas y que necesita establecer sólidos lazos políticos para que lleguen inversiones desde el Gobierno del Estado, la Comunidad Autónoma y el Cabildo de Lanzarote, que es donde se corta y reparte el bacalao, y donde Coalición es carne de oposición. Bastante tiene el Consistorio con tratar de sellar el agujero económico y poner firmes al ramillete de funcionarios que hacen y deshacen a su antojo. Si el presente y el futuro inmediato de la presidenta popular pasan porque Arrecife eche a andar, entonces, ¿romper con el PSOE y pactar con Coalición, para qué?
Después del tremendo error cometido con Carlos Meca, Podemos trata de buscarse un nombre, pues tal es el galimatías de letras con el que castiga a su electorado mientras convierte a los animales de compañía, la artesanía tradicional y la prehistoria en el centro de su actividad política. Muy poco, muy viejo y muy flojito para interesar a las personas, por muy morados que tengan sus corazones. Por último, Nueva Canarias (NC) intenta hacerse un hueco en el espacio nacionalista canario, con tintes progresistas, y Ciudadanos (Cs), tras derrumbar a su esperanza, Benjamín Perdomo, intenta encontrar a alguien que quiera hacerse cargo del naufragio que se avecina. Después de la festividad de Dolores se ha reiniciado el curso político en Lanzarote y, para empezar, Coalición le ha vuelto a ofrecer la Presidencia del Cabildo al PP. ¿Alguien da más?