DÍA DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS

Acompañar en la muerte en Lanzarote (al que se va y a los que se quedan)

Los cuidados paliativos buscan ayudar y mejorar la situación de los pacientes terminales y sus familias para que puedan afrontar de la mejor manera la marcha del ser querido.

Morir bien ha dejado de ser tabú en nuestra cultura. También en Lanzarote, ya que hace mucho tiempo que los cuidados paliativos integran, de una forma visible y normalizada, la carta de servicios de la sanidad pública. Cada vez más se habla de la muerte con naturalidad, como un aspecto más de la vida, y, por eso mismo, crece la preocupación por la calidad de la muerte en los enfermos terminales. Es unánime la opinión de que la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital General Doctor José Molina Orosa está formada por un equipo de médicos y médicas y enfermeras de un calidad humana extraordinaria.
La mayoría de los enfermos terminales en el planeta muere con dolor emocional
 
El segundo sábado de octubre se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. Una modalidad que busca ayudar, apoyar y mejorar la situación de los pacientes terminales y sus familias, para que puedan afrontar de mejor manera la partida de ese ser querido. Hoy en día, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado que los cuidados paliativos son un derecho esencial para todas las personas. Sin embargo, la mitad de los enfermos terminales en el planeta jamás lo reciben y la mayoría muere con dolor emocional.
 
Los cuidados paliativos tienen como objetivo fundamental aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes que sufren una enfermedad avanzada o se encuentran en fase terminal. Esto supone necesariamente que las administraciones sanitarias asuman el reto de prestar una atención integral. Para ello, se deben tener en cuenta tanto los aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, como el lugar donde se prestan. Por supuesto, con especial énfasis en el período agónico, y teniendo en cuenta a los familiares en el proceso de duelo cuando sea necesario.
Unidad de Paliativos del Molina Orosa: saber acompañar y saber escuchar en el proceso de morir
 
Según la OMS, los cuidados paliativos son aquel enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y del alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana, la evaluación cuidadosa y el tratamiento del dolor y de otros problemas físicos, psicológicos y espirituales. Estos cuidados proporcionan alivio del dolor y otros síntomas, pero, sobre todo, consideran la muerte como un proceso normal, por lo que no intentan ni acelerarla ni retrasarla. Estos cuidados también ofrecen un sistema de soporte para ayudar a la familia a adaptarse durante la enfermedad del paciente, incluyendo soporte emocional en el duelo.
 
La Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Doctor José Molina Orosa ha sido distinguida con varios reconocimientos, como el Premio Ajey a la labor sanitaria en 2012, un galardón concedido por el Ayuntamiento de San Bartolomé, o el título Conejero del Año, otorgado en 2013 por Rotary Club Lanzarote. Por saber acompañar y saber escuchar en el proceso de morir.

La Ley Eutanasia se tramita en el Congreso de los Diputados

El Congreso de los Diputados rechazó las enmiendas a la totalidad de Vox y el PP a la Proposición de Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia el pasado mes de septiembre, por lo que esta esperada norma prosigue su trámite hasta ver la luz. 
 
La ley pretende dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia. Significa etimológicamente “buena muerte” y se puede definir como el acto deliberado de dar fin a la vida de una persona, producido por voluntad expresa de la propia persona y con el objeto de evitar un sufrimiento. 
 
En la demanda social de la eutanasia confluyen diferentes causas, como la creciente prolongación de la esperanza de vida, con el consiguiente retraso en la edad de morir, en condiciones no pocas veces de importante deterioro físico y psíquico; el incremento de los medios técnicos capaces de sostener durante un tiempo prolongado la vida de las personas, sin lograr la curación o una mejora significativa de la calidad de vida; o el reconocimiento de la autonomía de la persona también en el ámbito sanitario, entre otros factores. 
 
La ley introduce la eutanasia como un nuevo derecho individual. Se entiende por esta la actuación que produce la muerte de una persona de forma directa e intencionada mediante una relación causa-efecto única e inmediata, a petición informada, expresa y reiterada en el tiempo por dicha persona, y que se lleva a cabo en un contexto de sufrimiento debido a una enfermedad o padecimiento incurable que la persona experimenta como inaceptable y que no ha podido ser mitigado por otros medios. 
 
Se busca con ello legislar para respetar la autonomía y voluntad de poner fin a la vida de quien está en una situación de enfermedad grave e incurable, o de una enfermedad grave, crónica e invalidante, padeciendo un sufrimiento insoportable que no puede ser aliviado en condiciones que considere aceptables, lo que denominamos un contexto eutanásico. Con ese fin, la ley regula y despenaliza la eutanasia en determinados supuestos, definidos claramente.