Agustín Hernández Aja disertará sobre resiliencia urbana este jueves en la FCM


En los últimos años el término "resiliencia" va ocupando el espacio de la reflexión sobre la sostenibilidad y el futuro de las ciudades. Procedente de la física, donde se utiliza para determinar la capacidad que tiene un material de recuperar su forma inicial tras una deformación, y adoptado por la psicología para establecer la facultad de un individuo de volver a ser funcional tras un trauma, la expresión arraiga en los estudios de riesgos ambientales, en la sociología y finalmente en el ámbito del planeamiento urbano y territorial. Así, aparece dentro de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, aprobada por ONU en 2015. En la Nueva Agenda Urbana, aprobada en 2017, se incluye el concepto de resiliencia y se caracteriza como “una de las dimensiones necesarias para garantizar el "derecho a la ciudad".

 



¿Qué nos aporta el término resiliencia? ¿Se trata de un concepto superador e integrador de la vulnerabilidad urbana y la sostenibilidad ecológica o, por el contrario, esa capacidad de "adaptación" a una crisis o a una sucesión de crisis, significa que abandonamos el proyecto de la transformación por el de acomodo al entorno en el que no se marcan límites críticos que no se deberían superar?, se pregunta el profesor Hernández Aja. En su opinión, resulta pertinente reflexionar sobre los límites y oportunidades que supone la incorporación del concepto de resiliencia al planeamiento urbano y territorial con el propósito de conseguir una ciudad sostenible, justa e igualitaria en la que sí se garantice el "derecho a la ciudad".