Así se trabaja en el Hospital Molina Orosa en tiempos del coronavirus
Todas la información, las imágenes y declaraciones recogidas de esta visita, tienen el propósito de desmentir bulos y tranquilizar a los lanzaroteños acerca de la situación del Covid-19 en el Hospital Doctor José Molina Orosa.
Corren tiempos de incertidumbre, de temor y de desconfianza en todo lo que respecta al Covid-19. Por eso, este martes, un equipo formado por un redactor, una cámara de televisión y un fotógrafo, hicieron una visita al Morina Orosa, guiada por el gerente del Hospital, José Luis Aparicio y la directora del área de salud, Noelia Umpiérrez, entre otros, para ver, en primera persona, la situación del Hospital en época de coronavirus.
El recorrido comprende la carpa de triaje que se ha instalado a la entrada de urgencias, la zona de urgencias, la zona de atención primaria, el laboratorio y las tres zonas dedicadas al coronavirus: la zona de sospechosos, la UCI y la planta que se destinará a hemodinámica y que se ha adaptado como zona de cuidados intensivos por si aumentan los casos.
De 2.500 trabajadores, solo hay tres positivos y no se infectaron en el hospital
Una de las cosas que primero llamó la atención al equipo fue la ausencia de material en el personal sanitario en las zonas consideradas “limpias”. Ante esta situación, Natalia Monzón Hernández, Directora de Enfermería del Hospital, explica que se llevan a cabo las medidas que recomienda el Ministerio de Sanidad y que sí se usan los equipos de protección de forma racional y en aquellos lugares donde son útiles. Por su parte, el gerente explica que “de 2.500 trabajadores en el área de salud, solo hay tres positivos y que no se infectaron en el hospital”. José Luis Aparicio asegura que “a pesar de lo que digan en las redes, el personal está protegido en función al riesgo al que se somete”.
El siguiente paso fue la zona nueva adaptada como UCI para coronavirus, un lugar donde se han reconvertido quirófanos en estancias de cuidados intensivos. Una pegatina en la puerta avisa: “Zona de riesgo Covid 19”. Una planta que continúa vacía, porque aún hay más camas de UCI que pacientes graves. La supervisora Lourdes Betancort explica que se han reorganizado los turnos para que no haya muchos trabajadores al tiempo, con cinco equipos de ocho personas, entre auxiliares y enfermeras. Sanae El Hadi, supervisora de quirófano, explica que han dividido el servicio en dos, la mitad para quirófanos y la mitad para Covid, además de un quirófano previsto por si hay que operar a un paciente con Covid.
Coviauto, una forma de hacer pruebas sin que las personas bajen de su coche
En las puertas hay carteles con la palabra “limpio” que significa que las estancias están preparadas para ser ocupadas. Pero también las paredes están llenas de mensajes optimistas que dan un rayo de luz a la situación que atraviesan muchos pacientes: “Volveremos a abrazarnos”, “La unión hace la fuerza”, “Todo va a salir bien”, “Mucho ánimo, estamos unidos”. Pudieron ver también la planta de sospechosos, donde se atiende a personas con síntomas hasta que se sabe con certeza si son o no son positivos, en un plazo de unas 24 horas. Aun así, Manuel García, Jefe del servicio de neumología, explica que a los pacientes se les trata como si fuera positivos.
Es Aniuska Sutil, directora médica de Atención primaria, quien les explica cómo funciona el servicio. Por una parte, han puesto en marcha el Coviauto, una forma de hacer pruebas, en la parte trasera del Hospital, sin que las personas bajen de su coche. Se cita una persona cada cinco minutos, principalmente a miembros de fuerzas de seguridad y personal sanitario. Por otro lado, “el equipo coronavirus” donde llaman a las personas sospechosas o positivas que están en casa. Ya se han hecho 5.536 llamadas a unas 600 personas, de lunes a domingo.
Atención primaria también hace el estudio de contactos y obtienen pruebas en domicilios. Hablan de que se han encontrado con situaciones sociales complicadas, como una casa con un positivo donde viven doce personas, que se ha conseguido reubicar, o familias que no quieren convivir con un familiar infectado. La recomendación es que los infectados estén en una habitación aislada pero no siempre es posible.
El ambiente de trabajo es bueno, la gente va a trabajar “con ánimo y concienciada"
Entre tanta información hablaron de la reorganización del hospital, que afecta a todos los pacientes porque ninguno puede recibir visitas. Monzón señala que van a empezar a tomar medidas de “humanización y comunicación”, mediante tablets, videollamadas y equipos de apoyo para familias. Para paliar esta situación, los familiares envían por whatsapp mensajes y con auriculares y por bluetooth les trasmiten esos mensajes a los enfermos.
En lo que respecta a los test, pudieron acceder al laboratorio, donde Miguel Ángel López, jefe del laboratorio, mostró las dos máquinas que hacen los hacen y explicó el procedimiento. “Se analizan tres fragmentos de la secuencia del ácido nucleico y si los tres son positivos, el test es positivo”.
Además, Emilio Martínez, coordinador de urgencias, explica que la situación va cambiando cada día porque se adaptan a la realidad. En la zona de triaje, una carpa instalada en la entrada de Urgencia, diferencian posibles casos de Covid del resto de patologías. Martínez dice que “no existe riesgo cero” pero que se clasifica a los pacientes para evitar una contaminación cruzada.
En cuanto al ambiente de trabajo, aseguran que es bueno, que la gente va a trabajar “con ánimo y concienciada”. Natalia Monzón, directora de Enfermería “agradece el esfuerzo bárbaro de todos los profesionales, que es para quitarse el sombrero”.
Todas las imágenes y declaraciones recogidas de esta visita, tienen el propósito de desmentir bulos y tranquilizar a todos los lanzaroteños acerca de la situación del Covid-19 en el Hospital Molina Orosa.